Siempre son medio extraños los primeros días en un nuevo trabajo. Tienes que mantener una mezcla entre seriedad, profesionalismo y buen sentido del humor la cual es a veces tan complicada que pareciera anti-natural.
Sin embargo, ahí estás, dando acuses de recibido al email más corto y meramente informativo; ofreciendo traer algo de "la tiendita" cuando bajas a fumar un cigarro; haciendo bromas cortas y "blancas" de vez en cuando; entregando los reportes una hora antes de lo solicitado, etc., todo para mantener un estatus "limpio" que le haga pensar a tu jefe que contratarte fue la mejor idea que haya tenido en el año.
Claro está, esta actitud no puede mantenerse por siempre; a fin de cuentas, cada uno tenemos nuestra propia personalidad y tarde o temprano saldrá a relucir nuestro verdadero "yo" (o verdaderos, plural, pues hay cada espécimen...).
La pregunta es... ¿Cuándo?
Buen inicio de semana a todos.
- CHT