domingo, 21 de noviembre de 2010

Queja que no es queja.


No sé qué hacer con todo lo nuestro que me queda. Tenerlo no sirve y no hay a quien dárselo (tampoco es que tenga ganas). Verás, la falta de cosas en las que me haces falta, atenta contra mi corazón y mis días. Me duele que cada vez me duelas menos:

El amor es lo que cada uno hace de él. ¿Qué hiciste de mí, corazón?


domingo, 24 de octubre de 2010

¿Un cigarrito?

Ésta mañana profundicé en el enorme prestigio que el tabaco ha adquirido desde que se dice que es el causante de males terroríficos: el cáncer, el enfisema, la angina de pecho y otros desajustes mortales. Montones de muchachos en todo el mundo aceptan el reto con alegría. Qué va: no disminuye: aumenta su consumo. ¿Quién no lo va a querer si es casi tan atractivo como el amor, con el agregado de la muerte?

lunes, 18 de octubre de 2010

Random 1

No sé qué escribir, así que iré tecleando lo que se me ocurra. Bare with me...

Últimamente he estado tratando de encontrar un balance en mi vida; el trabajo, la familia, el amor, deporte, fiesta, vicios y demás, a las cuales llamaré dinámicas de vida. Debo admitir: no lo he encontrado. Estoy haciendo algo... y de repente me doy cuenta que no le he puesto atención a alguna otra de éstas dinámicas... por lo tanto, me esfuerzo por enfocar mayor atención en ella y así tratar de nivel el asunto... No funciona, porque al retomar ésta dinámica mi atención flaquea en las otras... Y así me la he llevado hasta el momento.

¿Cuál es "el punto"? ¿Cómo se logra nivelar ésto? Me doy cuenta que no soy el único con el problema... Una vez me percaté de ésto, empecé a analizar a la gente que me rodea día con día; y sí, efectivamente, resulta que a todos les pasa lo mismo. Claro, los problemas son diferentes, pero todos llevamos las mismas dinámicas en la vida. Todos tratamos de balancearlo; de vivir una vida plena, que no nos falte nada por hacer, pues sabemos que la vida es corta...

Recientemente me preocupan mucho mi familia y mi trabajo, por encima de las demás. Es raro, pues a mi familia en realidad tengo años de no pelarla (llámese papás, hermanos, primos, lo que sea) y bueno, el trabajo siempre lo había tomado como algo que "tenía que hacer" para que mis papás no estuvieran jodiendo.

Ahora me doy cuenta de la importancia de la familia y de que tengo que aprovecharla mientras me dure... Me doy cuenta, también, que el trabajo es una necesidad en éste mundo, nos guste o no... Claro está, estoy tratando de que verdaderamente me guste.

En cuanto al amor, bueno; creo que no es algo que se pueda forzar... trato de conocer a mucha gente para "incrementar las probabilidades" de encontrar a alguien que me haga feliz y me deje hacerla feliz, pero aún así creo que es algo fuera de mi control, así que tan sólo dejo que pase el tiempo.

Bueno, el chiste de todo ésto es analizar el por qué de nuestras distracciones entre puntos de interés, entre dinámicas. ¿Cómo se divide la atención? ¿Tendrá algo que ver con la edad/madurez)? No me agrada ésta incertidumbre en lo más mínimo. Tengo, además, la desventaja de que no me gusta hablar de ésto... Hoy lo escribo pues ha ya pasado tiempo, sin embargo ello no implica que me interese hablar con "alguien" al respecto.

Espero encontrar un modo de balancear mi vida; hasta el momento es bastante frustrante; me siento diferente cada día y por lo general no en una forma agradable. Quiero llegar al meollo del asunto, quiero tener certeza.

¿Ustedes, qué opinan? ¿Cómo se le hace para poner el porcentaje de atención suficiente a cada una de las dinámicas? ¿Cómo se mantiene alguien centrado, proactivo y feliz?

domingo, 10 de octubre de 2010

De cuando me sentí secre


Hoy estuve escribiendo un chingo de cosas en la computadora. Valoré profundamente que las máquinas de escribir sean algo que ya mucha gente ni sabe qué son.

Me puse a pensar en todas las ventajas comparativas que tienen las secertearias de hoy contra las de ayer. Luego me fui a las tareas y toda esa onda. Me resulta cagadísimo que los regaños pasaran de algo como "al que copie toda la información de atrás de la estampita le pongo cero" a "no acepto como bibliografía Encarta".

Total que seguí y seguí endulzándole los oídos a mi lap hasta que se me cruzó por la vista la tecla Esc. ¿Qué pedo con toda esa hilera? Además de Alt+F4 para cerrar ventanas y el F5 para Refresh, ¿para qué chingados sirven? Lo peor de todo es que hasta son feas...

Y regresando a lo de Esc, me parece que sigue ahí por la misma razón que sigo diciendo que te quiero. Porque estás en algún lado, no sé bien donde, y desde ahí haces que sienta que mis manos encontraron sitio en algún momento.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Otra conversación ajena


El pasado lunes, tocó poesía. Vivi, amigaza, se encarga de reunir a la crema y nata sateluca (y alrededores) para echar humo por la boca y letras por los ojos. Entre lectura y lectura, no pude evitar parar la oreja para escuchar a Vivi y a Maya.

V: Ay, amiga, ¿qué crees?
M: ¿Qué?
V: Mi posho se va toda la semana.
M: ¿Por qué, güey? ¿A dónde?
V: A Veracrú (carita triste).
M: ¿A qué, güey?, ¿a nadar?
V: ...
M: Jajaja

lunes, 13 de septiembre de 2010

Epílogo cómico-musical


Cuando estaba más chavillo, rodaba por el piso de la risa con las canciones de la Trevi. Antes que nada, que quede claro: Respeto profundamente sus zapatos viejos, su pelo suelto, sus citas con el Dr. Psiquiatria y el afán de trapear el escenario con su ropa.

Más allá de Sergio Andrade o los pósters en cualquier taller mecánico, Gloria merece caravanas y timbales por la rolita de La papa sin katsup. Por más topil que sea la Trevi, tiene toda la puta razón. Sentirse como ojo sin lagaña es de la verga; sabes que algo falta pero no es como te embarres cerilla en las pestañas (¿o sí, corazón?). Pero ni te agüites que la probadita ni a tamaño de muestra gratis llegó. Para acabar pronto: no te espero de reversa, ni me hace falta tu baba de nopal (Gloria: ¡tú, muy bien!).

Mira, no lo tomes a mal pero fue peor que animarse a echar unos tacones pero comer poquito. Como dice A. Paz, "ir a comer tacos y no llenarse es como hacerse una chaqueta y no venirse".

domingo, 5 de septiembre de 2010

Ganas (2)

Tengo ganas; muchas ganas.

De estar contigo, de besarte, de reír junto contigo; ganas de hacerte el amor, ganas de extrañarte.

Me dan muchas ganas.


Pero descuida; al rato se me quitan.


O como dice el refrán: "Contigo la milpa es rancho y el atole, champurrado."

martes, 31 de agosto de 2010

De cuando ya no lo vuelvo a hacer

Compañeros, les debía éste. Saludos.

Hace unos días desperté, como cada mañana, temprano para irme a trabajar. Como cada mañana también, abrí el agua caliente de la regadera, tire el miedo mañanero y me dispuse a lavar mi puerco. Perdón, cuerpo.

Al salir de la regadera, envolví mi gigantesca toalla en la cintura y me acerqué al lavabo pues disponía a rasurarme la barba. De pronto, al quitar con la mano el vapor del espejo para poder ver lo que hacía - Oh, sorpresa... Ahí arriba, donde terminaba una de mis entradas (pelona), se observaba un leve brillo blanquecino... En efecto, era una cana. Mi primer cana, de hecho.

No podía creerlo. Mi cabello empezó a caerse desde los 18 años; 5 años después es algo que ya tengo más que digerido y aceptado. Es más, hasta siento que me veo más guapo así (jajaja). ¿Pero canas? ¿Pelona y canas? Eso es más de lo que cualquier joven debería de aguantar. ¿O no es cierto?

En fin, el caso es que me arranqué la cana con furia (llevándome de paso varios otros cabellos que no tenían por que dejar mi cabeza todavía) y la sostuve con dos dedos frente a mi cara por al menos unos cinco minutos. ¡La veía y aún así no lo creía! Hacía mucho no me deprimía como durante esos cinco minutos.

Era lógico; pensé en las desveladas de todos los días, las borracheras, las presiones en la oficina, los conflictos interpersonales, los esfuerzos, todo; todo en exceso. Demasiado de todo. Era obvio que tarde o temprano repercutiría en mí de otro modo además de ojeras. Aunque definitivamente no lo esperaba.

La vida es corta, yo lo sé. ¿Es tan necesario vivirla preocupado por pendejadas como ésta? Claro está, lo de la cana ya lo superé. Me molestó durante un par de días pero, por lo visto, es más normal de lo que parece.

Platicando con algunos amigos llegamos a ésa conclusión: las generaciones de hoy en día tenemos muchas más presiones que las de décadas anteriores. Hay poco trabajo, la paga es menos, hay que esforzarse el doble o triple para lograr lo que se lograba antes con una dedicación moderada. Hoy en día tenemos más presiones y preocupaciones. También empezamos con ciertos vicios desde más jóvenes. Son vicios que nos desgastan, nos consumen y nos acaban. ¿Hacer el amor es un vicio, no?

Nótese, no me estoy quejando. Simplemente estoy exponiendo las cosas tal cual son. Pero definitivamente ésa cana me abrió los ojos. Hay ciertas áreas de mi vida que puedo relajar para evitar el seguir deteriorándome.

Dejaré las fiestas, las borracheras, las drogas, el cigarro; dejaré las presiones innecesarias, los enojos con el jefe, las disputas con mujeres; dejaré el sexo.

Yeah, right.

PD: No, no me ha salido otra. Yo les aviso.

sábado, 21 de agosto de 2010

De cuando conocí a un mago.


Un par de días atrás, fui a tomar café con una amiga. Después de algunas horas, se acercó un señor, de unos cincuenta años, que se presenta como mago. Sacó un deck, revolvió y me dijo que sacara una carta. Cuando acerqué mis dedos a la baraja, se echó hacia atrás para que no la alcanzara y señalándome con el índice izquierdo, inicia la siguiente conversación:

M: Daniel, ¿verdad?, ¿qué es más rápido, la mano o la vista?
D: No, pues, la mano.
M: ¿Seguro?
D: Sí, claro.
M: ¿Cien por ciento?
D: Sí, de verdad.
M: A ver, agárrame los huevos enfrente de todos sin que te vean.
D: [...]
M: Jajaja.

Chale, no supe qué decir, nada más me sonrojé.

lunes, 16 de agosto de 2010

De cuando me cagas. O sea, hoy.

Nunca falta el topil que siempre quiere a huevo tener la razón en todo. Igual y ni sabe de lo que habla (la mayoría de las veces) pero ha de meter su cuchara y quererte hacer ver tu error y demostrar, como pueda, que la razón es suya.

Por lo general evito discusiones con gente así de terca (o sea, igual que yo) y les doy el avión. Digo, dentro de mí sé perfecto que soy yo el que está bien, jajajaja. No, de verdad, ¿por qué somos tan tercos? Incluso necios, muy necios.

Creía que la mayor demostración de terquedad que había visto era el clásico borracho que, aunque sin contar con la habilidad del habla ni la del equilibrio (y varias habilidades más), se muestra renuente a evitar manejar su automóvil de regreso a su casa y dejar que alguien más lo lleve. "Estoy bien, no chinguen". Y claro, aunque varios de nosotros creemos tener dominada la técnica del "piloto automático", la mayor de las veces éste tipo de circunstancias terminan en accidente. A veces en tragedia.

¿Por qué, entonces, si sabemos que éstas cosas ocurren y además las vemos ocurrir tan a menudo, las hacemos también nosotros? De dónde sale ese impulso a ser terco, a necear?

¿Por qué, después de darte cuenta que no te saludé, que es evidente que evito cruzar palabra contigo, que todo el mundo se da cuenta que evito incluso mirarte de reojo, por qué, entonces, insistes y has de plantarte junto a mí, querer hacerme la plática o inventas cualquier pendejada para que yo me vea forzado a contestarte? Porque sabes que debo contestarte, es mi trabajo.

Pensé que aquel clásico borrachín necio era el mayor exponente de la terquedad que había visto; hasta que tú entraste en mi vida. No puedo creer lo mucho que detesto tu sola presencia en éstos momentos. Y todo sólo por ser tan necia. Me cagas.

Mejor sé como cualquier gata. Al primer patín que le dan a la muy zarrapastrosa, la pendeja sabe que no le conviene volverse a acercar. Al menos, hasta que le vuelvan a llenar su platito de atún.

domingo, 15 de agosto de 2010

De cuando dijiste "no me importa".

Dios, en su infinito ocio, creó a seres excepcionales como Walter Mercado, Madame Sazú y Julio Esteban. Seres asexuados que siempre saben qué pedo. A los demás nos dejó la incertidumbre, el frío y nos rellenó de tripas.

Hace muchos años, antes que Platón o Sócrates o Tales de Mileto dejaran de babear, hubo hombres sabios que descubrieron todo esto. Consecuencias de ello nos han acompañado siempre. No ha faltado quien alce la mano para sacarle jugo. Por eso existen las religiones y el Melate. Las primeras putas datan de algún diciembre, me cae.

te diste cuenta de que tenía tripas. No dijiste nada.

Resulta que no se puede escuchar lo que no se dice. No cejar en el intento me hace querer dormir cansado. Es como servirse cereal y caer en cuenta que no hay leche. A mí, por ejemplo, a veces me da por el enojo, otras nada más guardo el cereal y ya. Pero nunca voy por leche. No es que sea tonto, el hambre no se quita, se van las ganas. Y así es como te pienso: con hambre, sin ganas.

Lo que no logro hilvanar con todo esto es la nece(si)dad de mandar a chingar a su madre en abonos, o sea, poquito a poco. A lo mejor soy bien pinche anticuado pero prefiero el tequila's style, me cae. Por eso, corazón, "cuando las cosas no te salgan bien, tómate un laxante y verás que te saldrá todo, todo, todo, lo que te sobra".

sábado, 14 de agosto de 2010

De cuando "disque" ya no puedes más.

"El tiempo cura todas las heridas".

- Señor, ¿me da por favor una caja de "Tiempo" en comprimidos, por favor? 500 mg, si me hace favor.

- [...] Ya revisé joven, y sólo tenemos supositorios.

- Híjole. No, mejor lo dejo pasar. Gracias.

jueves, 12 de agosto de 2010

De cuando todo lo que brillaba era oro


C: Güey, acabo de ver unas fotos de Mengana Peralvillo y no me gusta nada.
D: ¿Y...? Ya no andas con ella, equis.
C: No, no mames, pinches amigos culeros que tengo.
D: Ajá... y eso es porque...
C: Ya ni la chingas, ¿por qué nunca me dijeron que estaba tan fea?
D: Ay, va. Equis, güey, éramos muy jóvenes. Además, yo no tengo la culpa de que te aventaras como el Borras, como fuera y contra lo que fuera.
C: ¿Jóvenes = mal gusto?
D: No. Jóvenes = te pega por donde sea y no te das cuenta y tus amigos menos porque están igual de pendejos.
C: Jajaja... te la compro pero no me vuelvas a dejar andar con una fea, güey.
D: Jajaja, pinche Carlos, por eso nunca vas a brillar en sociedad, me cae.

Recuento general (inútil)


Hay muy pocas cosas que a mis veintitontos años no me fallan aún.

El aparato digestivo está en putiza con la gastritis, colitis, salmonela, y cuanta mamada le debo a taqueros, torteros, tamaleros, garnacheros en general, amigos todos. Los pulmones, junto con garganta y tráquea, están a favor del puro que porque no los madrea tan culero como los pinches Marlboro. Quien viene siendo don sistema nervioso central, está obnubilado por una pinche efervescencia hormonal de adolescente tardío que me trae chaqueteando las banquetas.

Los ojos vinieron grandotes y bonitos y bien pendejos (sí, bonitos, ¿qué pedo?). Las papilas gustativas y la lengua no hacen otra cosa que comparar todo con tu piel y sus sabores. Mis manos no encuentran sitio sino en las tuyas. Tu olor y tu pelo son armas de alto calibre contra mi nariz.

Pero si algo me rompe la madre es perder el equilibrio. No hay peor cosa para mis oídos que tu silencio.

sábado, 7 de agosto de 2010

Beatnik

*Advertencia a mi considerado lector: no sé hacia dónde va este post. No tiene una idea fija y, como si en sí mismo fuera un beatnik, irá a hasta dónde las ganas o el morbo lo dejen botado.

1. Este es el mundo:


O, por lo menos, una parte pequeñísima de él. ¿Qué es lo más grande que, con nuestros ojos, hemos visto? ¿El mar? ¿Una inmensa ciudad que va creciendo bajo nuestros pies mientras despegamos torpemente en un avión? Nada, nada que nuestros ojos hayan visto es tan grande como el mundo. Me imagino que si uno pudiera ser realmente consciente del tamaño de la Tierra se volvería loco. Pobrecillos los astronautas que ven tanta inmensidad con unos ojos hechos para ver lo fragmentado, que no nacieron para el absoluto.

Por si fuera poco su tamaño de Titán, la Tierra cometió la putada de ser esférica. Cómo si, burlándose de nosotros, nos impidiera poder marcar un inicio un un final. La Tierra infinita que nace con cada paso que damos. Pienso en los mapas antiguos, dónde aparecía el fin de la Tierra y monstruos terribles se usaban para decorar las zonas que el hombre desconocía.

¿En sus mapas, cuánto espacio estaría habitado por dragones? ¿Cuántos lugares precisos podrían marcar en el mapa inmenso diciendo: "sé que este lugar existe y no es un invento plagado de monstruos porque mis pies han estado ahí"? ¿Veinte? ¿Ochocientos? ¿Siete mil docientos veintiuno? ¿Y en porcentaje? Yo no pasaré de un 5% del globo terráqueo. Vivo en un mundo lleno de dragones.

2. A veces pienso en los beatniks y una nostalgia de como quinientos años me cae encima. Pienso en Kerouac y su necesidad absoluta de viajar, de mantenerse en movimiento, como si en el viaje geográfico estuviera implícito otro viaje, mucho más hermoso y no menos inmenso, un viaje hacia una comprensión de yo, hacia la no circunstancia, el estado más puro del ser. Eran seres terriblemente libres en una época en la que la libertad significaba otra cosa que ahora no comprendemos. A veces, los pobres, perdidos en ese infinito de libertad se sentían sofocados, como absorbidos por un todo absoluto y tremendo que no podían asir con las manos. Pero eran libres. Dolorosa y locamente libres.



3. De algún modo, siento esta necesidad de viajar. Este impulso de libertad, de la libertad que da el espacio infinito. A veces, me quedo frustrada, por horas, viendo el pequeño pueblo dónde vivo en un mapa que voy haciendo cada vez más y más grande. Pienso que el mundo es tan ancho y a la vez, tan ajeno. Tengo tantas ganas de poseerlo todo, de pisarlo, de nadarlo, de correrlo. A veces, me encantaría que un beatnik me robara en su motocicleta y me llevara a recorrer el mundo. Esta hambre que tengo, señores, es un hambre insaciable que viene de atrás, desde hace muchos años, esta hambre que tengo, señores, es un hambre que el vive en las tripas del hombre desde que, en algún planisferio dibujó el primer y terrible dragón de la impotencia.

martes, 3 de agosto de 2010

Ganas.

Tengo ganas de quererte. De estar disponible para ti. No es que esté "ocupado" como tal... Es que en mi cabeza y en mi corazón no hay cabida para algo tan fuerte. Ahora no. Not yet.

Tengo ganas de estar junto a ti, de que quieras estar conmigo, que me busques. Tengo ganas de besarte. De besarte todo el tiempo.

Tengo ganas de cuidarte y que me cuides.

Tengo ganas de despertar y tu corazón esté conmigo. De irme a la cama y dormir contigo.

Pero por más ganas que tenga, debo decir que la conciencia me supera en éstos momentos; sé que aunque lo quiera, no puedo estar ahí para ti. Al menos no ahora. Es realmente molesto y en ocasiones, doloroso. Pero así están las cosas.

No voy a pedirte nada. Ni que me esperes, ni que me entiendas. No sería justo. Tampoco haría sentido. Todo lo que quiero es que sepas que sí quiero.

Tengo ganas de besarte. De besarte todo el tiempo.

Y ante todo, te quiero a ti. Sólo a ti.

sábado, 24 de julio de 2010

Generación de escépticos

Mi abuela vive en la playa y acaba de enviudar hace algunos meses. Fui a visitarla.

No sé si sea sólo yo o sea, en efecto, una característica de una generación que ya ha visto todo, pero soy escéptica. No creo. ¿En qué? Ni en el TVGuide. No es sorpresa entonces, que me parezca imposible llegar a querer a alguien así, como para querer compartir vida y carga genética, como para estar dispuesto a llorarle infinitamente en una vejez dolorosa y solitaria. No estoy diciendo que lo de mi abuela no sea cierto, es sólo que creo que yo no sería capaz. Somos seres automáticos, solitarios.

En un anuncio de los 50's los valores eran lo durable. No sé si habrán visto (y aquí si sí lo vieron es cuando me corrigen y me dicen que me ando meando muy fuera de la olla y que es de los 80's) un comercial de un coche que está en una plataforma sobre el mar, llega una ola, llega otra y el coche sigue incorrupto. Tal vez sea de los 60's o principios de los 70's. Son generaciones donde las cosas buenas debían de durar para siempre. Mi abuela, otra vez, usa todavía una licuadora que compró cuando mi papá era niño. Antes todo era para siempre.

Ahora nosotros. Desechables. Diseñamos máquinas para que en un par de años se vuelvan obsoletas, lo nuevo, lo cambiante. Los valores ya no son los mismos. Y sí, las personas no son objetos, pero ¿hasta qué punto nos relacionamos con los objetos en un modo muy similar en el que nos relacionamos con las personas? ¿Hasta que punto rodear a un bebé de animalitos de peluche no es recordar un poco la bestialidad primigenia, no es rodear a nuestra cría de otras crías? No voy a hablar de compromiso, ni de capacidad, sólo de predisposición. Tampoco lo estoy condenando, sólo es algo que pienso, que veo en mí. Nací en un mundo cuyos objetos me dificultan alcanzar las metas que el propio mundo propone como ideales.

O tal vez sólo soy una persona enojada.

martes, 20 de julio de 2010

De cuando veo a través del vaso


Estoy muy lejos de ser fan de leer cadenas o cosas por el estilo. Rara vez, y como favor, abro alguna que encuentre en mi bandeja de entrada. Un inteligentísimo y visionario fotógrafo logró captar, de manera iconográfica, a manera de relato pues, la línea del tiempo de la vida:


El pedo, agudo y ávido lector, es que voy en la tercera etapa (snif). Heartbreaking, me cae. So far.

lunes, 19 de julio de 2010

Odds.

Debo decir que Daniel me dio la idea para éste post. Bueno, más o menos.

Así como él hace la metáfora hacia el juego de La Lotería, yo quisiera colocarme, metafóricamente también, en el juego de Ruleta.

Es sencillo; 38 posibilidades, un sólo acierto. Hay pares, nones, rojos, negros y cero (y a veces doble cero, aunque no sé cómo funciona eso). Escoges una opción, giras la ruleta, lanzas la pelotita y cierras los ojos... y depende de tu suerte y de las opciones que hayas tomado al apostar, puede que te vaya muy bien o muy mal... No hay mejor expresión de jugársela que eso. No lo puedes controlar. No es como el póker o el dominó... ahí se lo dejas todo a la suerte. Que la estadística y que los números grandes y que la teoría del caos... BLEH. Mis huevos; es pura suerte.

En fin, hablaba de la metáfora y es que es cierto; estoy en un punto en mi vida sumamente agradable... no pienso las cosas, actúo, veo la vida con frialdad, me la juego y, hasta el momento, voy ganando. No me refiero a un sólo tema ni mucho menos; hablo tanto del trabajo como de la fiesta, el deporte, el sexo... la vida en general es un juego en éstos momentos y voy a la alza (¿así se dice? bueno, voy ganando, pues).

El chiste está en tomar las decisiones rápidamente; digo, si ya se te ocurrieron varias cosas y nunca has tenido tendencias suicidas, significa que cualquiera de las opciones que tienes en la mente te llevará a algo "bueno" (por lo menos no devastadoramente malo); si no te sientes tan suertudo, pruebas apostando al rojo y al negro al mismo tiempo; así pasa el tiro y quedas tablas, y puedes volver a jugar sin haber perdido; cuando la sientes segura, vas con todo al diecisiete negro y ¡pum! ¡paga 35 a uno! Espero no estar confundiendo demasiado al estimado lector...

En fin, ése es mi juego; Daniel anda muy alegrito (maldito joto) y pues anda jugando con frijolitos y cartitas con dibujitos; yo ando jugándome la vida en éstos momentos y debo decir que me siento excelentemente; yo sé que no puede durar para siempre... pero definitivamente estoy disfrutando en lo que dura el viaje.

sábado, 10 de julio de 2010

La edad circunstancial

El otro día entré a checar mi correo (costumbre cada vez en mayor desuso) y me encontré un mail que me automandé en 2004 para que llegara en mi cumpleaños número 23, es decir, hace 10 días, lo mandé con la página FutureMe, me dio gusto leerme y verme así, confrontada por una Ale del pasado que era mucho más ingenua y mucho más cabrona de lo que soy ahora. Sin embargo, me costó reconocerme en esa chamaca que me preguntaba sobre si seguía con mi novio de la prepa, si ya vivía sola, si me había ido a estudiar fuera, si me había hecho rastas. No,sí,sí,sí.
Leyéndome y viéndome con tanta distancia me di cuenta que quien mandó el correo era otra persona, y no sólo por ser más joven, sino porque somos circunstancias, creo que también a eso me refería hace poco cuando comentándole un post a Daniel le decía que la edad no es una cuestión de tiempo. -No me digas que es de actitud -Comentó Carlos. No, es de circunstancia. Me explico:
1.Tengo un amigo que es profesor de idiomas, vive en un pueblo de estudiantes con otra amiga y sus dos perros, no maneja porque le parece innecesario ya que a todos lados que necesita llegar llega en bicicleta. Es totalmente independiente. Y su idea de vestir formal es usar unos jeans que no estén rotos.
2.Tuve un profesor de italiano de la misma edad de mi amigo, vivía a una hora de la universidad y todas las mañanas manejaba en carretera para llegar, decía que al vivir tan lejos no le daba tiempo de ir a ningún lado, vivía con una esposa que esperaba un bebé y que era ama de casa.

¿Verdad que el profesor 2 suena más viejo que el profesor 1? No es cosa de actitud, es de circunstancia, de inserción en el tejido social, de proyectos de vida. Somos circunstancia y cada que cambia nuestra circunstancia dejamos de ser nosotros para volvernos en otra persona, a veces dejamos nuestras pieles como si fuéramos reptiles y de pronto, muchos años después, al encontrarnos con estas pieles no conocemos la forma que una vez nos contuvo. O eso creo.

viernes, 9 de julio de 2010

Dating


Es padrísimo empezar a salir con alguien. No importa si pasa en tus sweet sixteen o en el umbral de la andropausia (sí, estoy resentido con la edad, ¿y?). Cuando no es nada más para echar desmadre, cuando no es amor de quincena, es hora de bajar la guardia.

Afortunadamente, hay muchísimas maneras de acercarte a una leidi. En gustos se rompen géneros: twitter, facebook, messenger, mensajitos, celular, etc. Queridos lector, siéntese bien, recárguese, póngase cómodo. Verdad Universal no.1:

Si ella dice: Sí. Es .

Ay, gooooooooeeei. No, no me tache de pendejo. Aunque usté no lo crea, abajito de la disfunción eréctil y la infidelidad (lo busqué en el diccionario pero ni así le entiendo a la palabra), ésta es una de las causas de más peso para el fracaso de las relaciones. No, no es fácil. Lo sé y, créame, no lo aprendí de la manera amable. Los hombres tendemos a interpretar señales de la manera más favorable a nuestra causa, nos aferramos. Por eso, le regalo la Verdad Universal no.2:

Si ella dice: No. Es no.

Me cae. Se dice fácil, se oye fácil... pero, ¡no lo es! Según estadísitcas personales, el 70 % de las veces es él quien pone el pecho a las balas, el del corazón de pollo, no ella. ¿A quién engañan? Es hora hora de alzar la voz, querido lector, decir: A mí no.

En el fondo siempre lo he sabido pero, como dice Cabrera Infante: "Más que semental, soy sentimental". Ni pedo.

lunes, 5 de julio de 2010

Ensayo.


Carlos: ¿Y qué tal quedó ése ensayo sobre los derechos de las mujeres?

Alesita: Jajajaja ¡Chingón!, ¡chingón! Ése Trejoooo; se rifa como naco.

Carlos: Es que es un naco. Pero así lo queremos.

domingo, 4 de julio de 2010

Got Strip?

Viendo la foto de la manzanita de ésta semana, la sabrosísima Bárbara Mori, me puse a pensar en que hace mucho tiempo que no disfruto el desnudar el cuerpo de una bella mujer... No me malentiendan, tiene poco desde la última vez que desnudé a una mujer, simplemente tiene mucho que no lo disfruto.

Este pensamiento me hizo recordar lo que soy en esencia, un animal. He tenido relaciones sexuales por mera satisfacción fisiológica los últimos meses... ¿Esta mal? No. Bueno, al menos no lo creo así; pero ése no es el punto.

El punto, creo, es que no he deseado tanto a una mujer, a la persona en sí, en mucho tiempo. Y es que ir removiendo prenda por prenda, notando las reacciones que provocan cada movimiento que haces... creo que no hay nada que se le compare.

Creo que es momento de abrirme un poco y empezar a darme cuenta de quién es realmente aquella dama que me hace el favor (rara modestia) de acostarse conmigo; no sólo buscar el fin... sino disfrutar de los medios (ya sé, doble sentido).

A fin de cuentas no hubo aquí ningún punto; si acaso creo que vale la pena recalcar la belleza de las reacciones involuntarias durante los momentos previos al coito (¡qué feo suena ésa palabra!, ni pedo).

¿Será entonces momento de tomarse más en serio la intimidad? O, ¿es tomar todo como un mero deporte la solución más rápida a la satisfacción fisiológica y mental? ¿Qué tanto puedes diferenciar una relación sexual de otra, cuando todas llegaron a ti del mismo modo?

Saludos a todos aquellos que les dieron ganas de encuerar a una vieja cuando leyeron esto. Enhorabuena.

viernes, 2 de julio de 2010

¡Aaaazúcar!


De unos meses para acá he andando medio salsero. La mayoría de las personas que gustan de este género musical no acotumbran oírlo si no es bailando. Muy normal, creo. Yo no sé bailar, es más, ni gracias tengo... y sin embargo se mueve, me gritan las muchachas.

Independientemente de los derechos de autor y cosas por el estilo, sería relativamente fácil copipeistear los ritmos más sabrosos todo el tiempo. ¿Quién olvidaría Se me perdió la cadenita (click), después de bailarla una vez?

-Debe de haber algo más que ganas de sudar en estas rolas, algo más allá de Celia Cruz- me dije.

Después de un par de tragos, de la mano de Gilberto Santa Rosa, entendí que no era posible que la letra no bailara sola (?). También hay tripas y suspiros y cigarros en esto de la salsa.

A todos aquellos que siguen con un frijolito en la mano por una despedida dudosa, les regalo Cueste lo que cueste (click), de Willie Colon. Perdóname, querido lector, pero hoy es noche de quincena o amores de jabón chiquito y la nostalgia anda pegando con tubo.

miércoles, 30 de junio de 2010

De cómo me dijiste que me querías


- ¿Quieres bailar?
- No.
- ¿Quieres que me vaya?
- No.
- ¿Me das un beso?
- Sólo si te sabes mi nombre.
- Pero no me lo has dicho.
- Ve como eres tú el que pone peros.

domingo, 27 de junio de 2010

Y sin embargo, se mueve.

Ella: (beso) mañana seguro te vas a arrepentir de esto

Él: (se aparta, la mira a los ojos) ¿por qué habría de arrepentirme? no estaría aquí si pensara que me fuera a arrepentir... arrepentimientos para después de la muerte

Ella: sí, claro... (más besos)

Él: estás muy peda; te acompaño a tu casa en tu coche

Ella: no, estoy bien...

Él: por favor; no puedes ni caminar derecha

Ella: mañana te vas a arrepentir...

Él: joder... vámonos

Ella: te extraño mucho... a tí, tus besos, tu voz... te extraño

Él: (¿qué le digo?) sí... yo también; anda, vámonos, ya vas muy tarde

Ella: ok... gracias; te extraño.

Él: (tosidos incómodos, aclaración de garganta) ¿y tú nextel?

Ella: en mi bolsa

Él: ¿y tu bolsa?

Ella: no sé...

Él: ya llegamos (más besos) buenas noches

Ella: gracias otra vez... (tropiezos) oye... te extraño

Él: sí, lo sé; adiós; descansa
---

Y qué güey; ¿te arrepientes?
- Claro que no; es completamente válido... además, ¿a quién le dan pan que llore?
Jajaja sí, tienes razón.
- Usualmente así pasa.

No pasa nada, hermano.
- Ya lo sé. Pásame otra cerveza.
Toma. Pinche Aguirre.
- Mmhmm...

sábado, 26 de junio de 2010

Televisión.

El anuncio de barras energéticas terminó con un pegajoso jingle y, tras una casi imperceptible pantalla negra, regresaron los comentaristas de Maxideportes: tres hombres en sus cincuentas. Uno muy rubio y con lentes, otro, calvo y de bigote espeso y el último, un gordo abotagado que sesea ligeramente.

RUBIO: ¿Y que auguran para el México- Argentina?
(Silencio)
GORDO: No, no. Estamos fritos, ese Messi es un monstruo.
CALVO: El mejor jugador del mundo. Argentina va a ser campeón mundial.
RUBIO: Pues ahora sí, mis queridos compañeros, que les doy la razón. Creo que a la selección azteca se le acaba el mundial este domingo. Pero, dentro de todo han hecho un buen papel.
CALVO: Y bueno, hay que reconocer que no es malo perder cuando el rival es tan potente.
GORDO: Eso sí, no pasa absolutamente nada si perdemos. O ¿qué va a pasar? Siempre quedamos eliminados en octavos. No pasa nada.
CALVO: Y, si gana la verde… ¿Qué pasa, mi estimado?
GORDO: Pues, tampoco nada. Nada cambia. No pasa nada si ganamos o perdemos, no habrá ningún cambio fundamental.
RUBIO: ¿Y que sí causaría un cambio fundamental? ¿Qué fuéramos campeones del mundo?
CALVO: Ni siquiera. Nos coronamos campeones del mundo y ¿qué pasa? Pues no pasa nada, el mundo sigue girando. La vida sigue.
(Silencio. El rubio se talla los ojos por debajo de los lentes.)
GORDO: ¿Alguna vez se han preguntado si tiene sentido, digo, la copa mundial?
CALVO: ¿cómo?
GORDO: Pues, ni son todos los países del mundo, ni es una selección de lo mejor de cada país y, en el último de los casos que así fuera, ¿cuál es el fin último de saber que once pelados son los mejores desempeñándose en algo totalmente inútil?
RUBIO: No, bueno. Pero si te vas a poner así, ¿cuál es el objetivo de nuestros trabajos hablando de esos pelados? ¿por qué estamos aquí sentados?
GORDO: ¿Por qué?
CALVO (levantándose de su asiento y saliendo de la toma): No. No tiene sentido.
GORDO: ¿Y cuál el sentido de cubrirse el cuerpo con trozos de tela y de preguntarle a la gente por sus intereses y opiniones, y de conocer a una mujer y de formar una familia con ella?
RUBIO: No seas animal: preservar la especie, naturalmente.
GORDO: ¿Y para qué?
(Silencio. El rubio se vuelve a llevar las manos a la cara y se pone a sollozar)
RUBIO (llorando): Es que así puesto, nada tiene sentido. ¡Hijo de la chingada, ya no le veo sentido a nada!
GORDO: Es que no lo tiene mi estimado, no lo tiene. (abraza al rubio que llora como un niño en su hombro)
(Silencio. El gordo se levanta de su asiento y el rubio lo sigue. Salen los dos de la toma).

Después, como una centella, comenzó un infomercial: Male Edge, para los hombres de verdad. Como no poseo un pene que me interese alargar o engrosar me pareció absurdo seguir viendo aquel canal. Salí a caminar, algo me oprimía el pecho.

viernes, 25 de junio de 2010

No me vuelvo a enamorar,

porque ésta decepción me ha dejado un mal sabor, me ha quitado el valor de volverme a enamorar. Creo que el óxido que hace rechinar las articulaciones de Carlos se resume en estas cursivas del divo de Juárez. No está mal, a muchos les pasa. A tus maduros veintitantos se va la escuela y llega el trabajo. Tampoco queda cerca tu primer látigo.

Vivimos rapídisimo, con prisa por fumar, por la peda, por debutar; de ahí la nostalgia por las cosas simples. No hay manera de recuperar el pelo caído, no hay por que aferrarse. Lo único que provocas en tu barriga con las dietas es ponerla a temblar, de risa.

- Entonces qué, Daniel, ¿está todo podrido?
- Por supuesto que no.

Busquen que alguien les diga cómo se olvida, alguien que los acepte como son. Más fácil, arrímense al árbol de Sabines. Busquen mujer joven para la cama porque, a estas alturas, la juventud sólo puede llegarnos por contagio.

Por eso yo no brindo por la mujer que me pide abrazos y besos. Brindo por la que al despertar me dice: son quinientos pesos. ¡Salud!

martes, 22 de junio de 2010

Not yet moment.

No está chido.

De verdad que no está chido. ¿Cómo lo soportan los padres? ¿Cómo es posible que se hayan vuelto inmunes ante el efecto del tiempo? ¿Cómo ya no les importa que cada vez se hacen más viejos; más lentos, más torpes; que cada vez se quedan sin ganas más rápido; de luchar, de creer, de soñar... de vivir? Pasa el Día del Padre y lo celebran con un gustazo... "A huevo, somos más viejos, YEAH!" O sea, ¿cómo estuvo?

Me caga darme cuenta que estoy haciéndome viejo. Sí, lo sé; lo sé... Todos me dicen que estoy chavo, que no chingue, que cómo me atrevo a decir tales pendejadas... ¿Chavo? Si me viera chavo no estaría escribiendo ésto. Me siento joven, lleno de vida, con ganas de tragarme el mundo en un bocado... ¿Entonces por qué ni mi mente ni mi cuerpo me responden del mismo modo?

Parecerá increíble, pero de la prepa para acá he notado diversos cambios; no sólo en mí (no me odien por mencionarlo) sino también en mis compañeros y ex-colegas. ¿Dónde quedaron ésos cuerpos que parecían esculpidos en madera? Desaparecieron las greñas gruesas y ásperas, la cara de galán, la habilidad y agilidad deportiva, el don del ligue, el aguante de litros y litros de alcohol... ¿Qué chingados pasó? ¡Pues ni que hubiera pasado tanto tiempo!

Hoy lo decidí. No me gusta para dónde estoy yendo y no lo voy a aceptar. Hoy decidí que haré lo que sea necesario para cambiar el curso del tiempo; al menos retrasarlo y recuperar un poco de la juventud perdida. Probablemente ello me ocasione problemas laborales, ya que en mi oficina me contrataron por formal, maduro, proactivo, etc... En mi oficina contrataron un adulto. Se van a topar con que aún queda juventud en mí; y ya sea que integren al rejuvenecimiento o expresen su opinión... nos tendrá que valer madre, como buenos jóvenes.

Hoy me siento joven y quiero verme como tal, así que empiezo a tomar acciones. Algún día, seguramente, celebraré la vejez al igual que mi padre lo hace ahora... but not yet.

Según recuerdo, el Carlos H. de T. de hace unos años era un puto desmadre... Vida, ¡agárrate que ahí te voy de nuevo! Seamos infinitos, pues.

Infinitos


El sábado fue noche de pretexto para ver a los amigos y echar unos tragos. Tenemos las mismas ganas de vernos que ayer. Las mismas risas, las mismas jetas para cuando estamos en desacuerdo con el de al lado. También seguimos sin aguantar la comezón y tachamos de pendejo al de enfrente a la menor provocación.

No dejamos de revivir las anécdotas que nosotros mismos protagonizamos. Tampoco faltan besos en el cachete, maromas, albures y plática sobre viejas. Cambiamos las camisas desfajadas y las greñas largas por un chingo de cigarros y un certámen para escoger al nuevo Maestro Limpio.


Qué lejos queda todo: La panza se desparrama como espuma cervecera, pero no en el uniforme de la prepa. No hubo quecas ni licuado de guayaba. Tampoco viejas.

Los quiero, culeros.

sábado, 19 de junio de 2010

¿Quién tira la primera piedra?

A continuación, un breve compendio de momentos en la vida diaria que sacan lo peor de ti y de .

Por teléfono:
- Bueno, ¿me hablas mañana temprano?
- Sí güey, así quedamos. Me saludas a Ale.
- De tu parte.
¡Ah, cabrón!, si no, ¿de la de quién?

En la comida:
- ¿Qué tienes Carlos? Come.
- No güey, ni digas, me duele mi panza.
Pues sí, no mames, no te puede doler la mía.

En la comidilla:
- Ya, pinche Daniel, sigue contando.
- ¿En qué me quedé? Ah, sí. Entonces que agarra y que me dice...
Perdón, ¿qué agarró?

En donde sea:
- Qué poca madre, perdí mi cartera.
- No chingues Carlos, ¿dónde?
- ...
Toda persona que intente justificar esta pregunta será apedreada cual leprosa.

En la casa:
- Amooooor, soy yo, ya llegué. Abre.
- ¿Ya llegaste? Qué bueno.
- ...
Dos en uno. ¿Quién más podrías ser sino mismo? Además, cuando tocas el timbre y preguntan "¿quién es?", ¿de qué chingados sirve que carraspees tantito y digas: YO? Del otro lado, ¿qué eso de preguntar si ya llegó? ¿No es lo que dijo? Tal para cual.

En el cine:
- ¡No mames!, ¡Daniel!, ¡no mames! ¿viste eso, güey?
- No Ale. Pagué cien pinches pesos para venir a ver el techo.
¿Calaron que me adorné pagando el cine?

Querido lector, si te identificas en una (¿una?), o varias opciones, ni te preocupes. Todo el mundo sabe que a las palabras se las lleva el twitter.


HAZ SANDWICH

jueves, 17 de junio de 2010

Los amores (no tan) ridículos.

Ya que andamos con las tripas tan sensibles en estas últimas horas, me toca ahora a mí ponerme críptica e introspectiva. Leyendo el post de Trejo me quedo pensando que hace mucho que no tengo pareja. Así pareja -compañer@ sería la palabra en un slang más antiguo y mucho más comprometido-, que me tome de la mano a veces o con quien caminar con regularidad y luego ir a casa a fumar un porro y dormir empiernados imitando patrones que no sabemos cuándo nos impusieron. Viví con un chico hace dos años, estábamos en otro país, no éramos pareja, pero bien podríamos haberlo sido. Desde entonces nada rutinario, nada apasionado y hambriento. Nada.

Alguna vez, hace bastante tiempo, estuve enamorada de un modo que ahora -palabras valija, siempre palabras valija- me parece inverosímil. Sé que fue así porque dejé testimonio, porque tengo el impulso de registrar todo en cuadernos viejos, en páginas de internet. Ahora dudo poder enamorarme así, involucrarme. No me interesa, me apego a la regla de oro de Carlos y el "primero yo" ha sido una constante importantísima en mis últimos años de vida. Si por ahí viene alguien que se da cuenta que soy la mera onda, chido, sino, también.

Veo a las parejitas en los centros comerciales, a las personas que ponen fotos con sus parejas en Facebook; como definiéndose como una dupla, un par de siameses pegados por algo que no podemos ver. No puedo dejar de pensar en el título de un libro de Kundera, el cuál tilda a los amores de ridículos (claro, que en realidad, más que de amores habla de cotidianidades, ¿pero qué es la idea de un amor bien forjado sino una repetición cotidiana de hechos -la caminata, el porro, el empiernamiento-?), me quedo pensando, pues, en este título y creo que lo ridículo no son los amores en sí, sino todo el aparato que hemos construido a su alrededor. Animales tontos que somos, siempre construyendo alrededor de nuestra química, de nuestro instinto primario.

Me caga hablar de amor y sin embargo aquí ando. Movida por un morbo, por Hollywood y por los mismos libros también, el mismo Kundera y sus pinches personajes que son puras tripas, puro occidente y puro kitsch. Sin embargo, me las arreglo bastante bien sin esos amores ridículos, tengo otros amores que, por lo menos a mí, me parecen menos risibles, más sobrellevables: el cine, la música, los viajes (incluso los más pequeños a la tiendita de la esquina para comprar jugo de Arándano o una caguama solitaria). Esos son, mis grandes amores. Bien sé que están en el mismo sistema de aquel amor que me suena ridículo, que también son clichés y elementos que utiliza o son utilizados por ese amor ridículo. Pero es que, me suena tan absurdo ponerme antes de la música, del cine, de los viajes... aún soy una adolescente enamorada de ellos.

miércoles, 16 de junio de 2010

Ése punto.

Complementando un poco el post de Trejo...

¿Cómo es que llegamos a ése punto? Ése punto en el que simplemente ya no... Ya no quieres; ya no puedes... Y es que en verdad se vuelve una contrariedad; no sólo por el lado personal, sino que empiezas a integrar todas las otras cuestiones: que si su familia, que si mi familia, que los planes, que el tiempo que llevamos, que si no valió la pena, que si aún la/lo quiero pero ya no igual... ¡UF! Es un desmadre esto.

Y por más desmadre que sea... pasa. No está padre, no nos gusta; la mayoría de las veces no lo veíamos venir. DEFINITIVAMENTE NO lo planeamos... y aún así, pasa.

¿Qué hacer en éstas circunstancias? ¿Qué haces cuándo ésa relación ya no te llena? Aún la/lo quieres, y sabes que de separarte la/lo extrañarías cabrón. Y aún así muy dentro de tí sabes que no está bien continuar. No sería justo.

La regla de oro: siempre ve primero por . Las circunstancias sociales; causales o casuales, valen madre; ése tipo de cosas se "arreglan" solitas con el tiempo. Uno debe siempre primero ver por uno mismo; ni modo, nos toca ser egoístas de vez en cuando. Una vez que definas qué es lo que está bien para , y sólo entonces, puedes empezar a voltear hacia el resto de tus dinámicas (pareja, familia, amigos, sociedades en general, religión (de aplicar), etc.).

Recuerda siempre mantener tu centro. Si pierdes tu centro, si no puedes sostenerte de tí mismo y pierdes el suelo... no podrás controlar lo demás. Siempre empieza por tí.

Ahora, ¿por qué pasa? Si tuviera la respuesta, no estaría aquí sentado, borracho y desvelado a las casi seis de la mañana escribiendo en éste blog. Sería, no sé, el rey del mundo (¿?).

Más debemos aceptar que las cosas siempre pasan por algo. Así que, mientras descubres qué pasó y ¿por qué?, organiza tu vida, porque la vas a necesitar mientras le piensas. El chiste es no mortificarse y tener presente que siempre vendrá algo mejor; si lo que tenías hubiera sido lo mejor, no lo hubieras perdido. Uno sabe cuando tiene lo mejor. Y no lo dejas ir.

Ése era el comentario, espero no haber debrallado "demasiado". Y claro está, hablo de mi experiencia personal... Como dice Trejo: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Nota: Ningún corazón fue roto durante la creación de éste post.
Haz sandwich.

domingo, 13 de junio de 2010

Sálvese hoy.

Me encantan los testimonios de las personas en ésas iglesias sectarias; ya saben, ésas religiones que duran de moda un par de meses y adiós. ¡Es clásico al güey que claramente o le pagaron o le lavaron el coco durísimo para que pasara a dar testimonio de como dicha religión le cambió la vida por completo! Y claro está, no podemos dejar de parodiar semejante cinismo sardónico, ¿verdad?

- Testigo: "¡Yo era un infelíz desgraciado! Vivía sufriendo, vivía amargado. No duraba en ningún empleo. Mi pobre mujer vivía quejándose. Mis hijos me reclamaban más atención. Era yo lo que se dice un verdadero hazme llorar. Hasta que un día, un amigo me orientó hacia la iglesía del santísimo sendero (por poner un ejemplo); y desde ese día mi vida cambió: dejé de sufrir... dejé de amargarme... dejé dejé atrás todos mis problemas... Dejé de trabajar, dejé a mi mujer, dejé a mis hijos..."

Jajajaja bueno, ya fue suficiente del valiente testimonio. Ahora la segunda parte es cuando viene el líder de la secta (o el padre que "oficia la misa") y se avienta su speech a los "feligreses" dándole vueltas a todo, sin decir nada y convenciendo a toda la pinche audiencia de que su culto es el mero mero chingón:

- "Hermanos, esto que acabamos de escuchar, no solamente es verídico, sino que además es cierto; porque, no nos engañemos, es muy fácil obrar mal y luego arrepentirse; ¡ lo difícil es arrepentirse primero y luego obrar mal!

Muchas veces los hermanos me dicen: “Hermano, yo trato de arrepentirme, pero por más que trato no logro arrepentirme.” Entonces yo le digo “Únete a la iglesia del santísimo sendero... ¡y tarde o temprano te arrepentirás!” (a ver, ¿niégale el silogismo?).

Hermano, tenemos que iniciar una nueva vida, y si quieres lograr una humildad profunda, acércate a la iglesia del santísimo sendero, y lograrás la humildad; una humildad que te llenará de orgullo y de soberbia. ¡Llegarán a ser tan creyentes que no lo podrán creer! (-y al final, punche line por supuesto, para sacarles varo a las pobres almas incautas).

Sálvese mejor con nosotros, la iglesia del santísimo sendero, ¡salvación garantizada!. Si se muere y no se salva, ¡le devolvemos su dinero! (¿sonó mucho a Ventas por TV? jajaja lo siento)."

Yo por eso mejor soy ateo y que llegue la salvación, si es que hay tal, a quien se la merezca; a quien le chingue para ganársela; y no a quien da varo porque alguien más le resuelva los problemas. ¿Tú qué opinas?

Buenas noches.

Conversación ajena (verídica)

- Oye, no seas cabrón, necesito mil quinientas lanas, en calidad de paro.
- ¿Qué te pasa?, tú nunca has visto tanto dinero junto, jajaja. ¿Para qué lo quieres?
- No seas ojete, es neto. Embaracé a mi vieja.
- No mames, tú sí estás cabrón; ¿pastillas?
- Sí güey, aunque me sale más baratito tirarla por las escaleras, ¿no?
- Jajaja.
- ...

Me rehúso.

Estoy en huelga de posts hasta que Trejo escriba algo.

¡Pinche huevón!

viernes, 11 de junio de 2010

Los cabezarendonda


Pues que ya empezó el Mundial y que nomás es cada cuatro años y que no hay que ir a trabajar y que podemos echar un tequilita aunque sean las nueve de la mañana. Me gustan los mundiales, me gusta emocionarme hasta el delirio y ponerme nerviosa y fumar sistemáticamente hasta que caiga un gol de la selección. Me gusta ver a los demás equipos del grupo y tranquilizarme de que hagan un juego mediocre y queden empatados a ceros. Gran fenómeno, ese del Mundial. ¿Pero, hasta qué punto lo sobredimensionamos? ¿Hasta que punto se sobredimensiona a sí mismo? Ahí está nuestro presidente con su bufandita muy sonriente, encantado de la vida, y acá que maten niños en la frontera, total que es el Mundial. Él sabe que es un fenómeno sobredimensionado y que estar ahí y aparecer flanqueado por Jacob Zuma y montón de futbolistas macizos le va a dar más popularidad que ir a ponerle la cara a los gabachos que se cargaron al chavo en Paso del Norte.
No. No se confundan. No es este el discurso manido de las teorías de la conspiración y de la cortina de humo. Esto va de los cabezaredonda. A ver, me explico:
Desde toda la vida he sido un magneto para un tipo de hombres: los cabezaredonda. Estos chicos son aquellos que viven cuatro años esperando el mundial y que deciden dejar de fumar para llegar vivos a todos los mundiales posibles. Se saben todas las estadísticas y -y aquí radica la cabeziredondés- realmente hacen suyo el fútbol. Gente que siente una pasión que no comprendo del todo: ahí está el pobre que le dio chorrillo del puritito coraje del penal que se falló o aquel que está llorando a moco tendido porque nos ganó Estados Unidos, otro que, a mitad de un viaje por la sierra, maneja dos horas para ver jugar a dos selecciones ajenas, también ese que estuvo todo el día enojado porque lesionaron a su jugador favorito. No lo critico, es sólo que no lo comprendo -sí, sí, seguro porque soy vieja.. blah blah. No.- Impulso mimético, señores. Ritualidad. Sentir, comprar, que en efecto, esos once pelados que nada tienen que ver con nosotros: los culos gordos sobre las sillas de Cerveza Sol, nos están representando y nos representan más allá que cualquier movimiento político, que cualquier fenómeno social. Es ser ellos por noventa minutos. Los cabezaredondas por lo general prolongan esos noventa minutos a su vida entera. No lo entiendo, ellos ahí, llevando sus vidas de abogados, de activistas, de doctores cuando en realidad llevan esa vida oculta de futbolista seleccionado. Ahí están, entrando a cada rato a Goal.com para ver, si, por algún extraño retruécano del destino hay un artículo donde se hable de los buenos futbolistas que ellos son. Está bien apasionarse, pero, habrá que preguntarnos ¿hasta que punto sobredimensionamos? ¿hasta que punto nuestra estabilidad como individuos debe depender de algo tan ajeno?
Raras personas esos cabezaredondas.

jueves, 10 de junio de 2010

¿El futbol da hambre?

PREGUNTA AGREGADA A LAS ENCUESTAS DEL INEGI DE ÚLTIMO MOMENTO:

37) ¿Qué cree usted que el Bofo haga en éste Mundial 2010?

a) Nada.
b) Todos los goles de la Selección.
c) Los sandwiches.


¿Acaso Bimbo intenta lograr un condicionamiento psicológico para que pensemos en sandwiches cada que haya futbol?

No sé ustedes, pero yo jamás voy a dejar de pensar en CHELAS cuando me hablen de futbol. A mí, el futbol me da sed.

Sorry.

miércoles, 9 de junio de 2010

Las vueltas que da la vida

Texto intencionalmente sin acentos (lo siento, ando en Suse Linux y ni puta idea de como modificar el teclado).

Creo que un indicio de que te estas volviendo un rucazo es cuando al salir ya no de la escuela, sino del trabajo y llegar al kaffe con tus cuates ya no desfajas la camisa ni te quitas la corbata... es mas, pasaste a tu casa a recoger algo y ni pensaste en cambiarte el outfit de oficina por unos pants y una playera, para estar "comodo" el resto de la tarde. Por dios, soy mi padre!

Recuerdo que cuando estabamos en prepa, lo PRIMERITO que haciamos al salir era desfajarnos, despeinarnos; los dias que ibas de corbata bueno, terminaba en la cajuela del carro mas cercano, aunque no fuera tuyo... es mas, hasta llevabas los tenis en el carro para cambiarte en cuanto pudieras.

Lo que dice el primer parrafo no solo me sucedio hoy... llevo meses haciendolo! y subconsientemente! Es solo que no lo habia notado porque apenas hoy me lo hicieron ver (por cierto, gracias Fuko... huevos). Simplemente ya me hice a la idea de que soy todo un "don" y que mi outfit de diario ya es camisita, corbatita, saquito etc... Y ni pedo, asi te la sigues hasta que te vas a dormir!

Si, definitivamente creo que eso es un claro indicio de que estoy dando el rucazo. Bueno, al menos no desentono; con la pinche vidita que llevo mi imagen personal es tambien ya la de un senor de 30 anos, facil. Creo que ver a un don de 30 en pants y tenis ya se ve medio raro... Ni pedo, ya es mi look. Al menos mi rango de ligue ya aumento unos cinco anos de edad jajaja.

Salud por los que manejamos el look de ruco! Buenas noches.

PD: En la barra lateral derecha de este blog encontraran un bloque que lee Fans. Ahi les encargo, no? Haganse fieles fans y seguidores de este blog, les prometo que se va a poner muy, muy cagado. Solo necesitan darse de alta con su cuenta de Google. Y si no tienen una... Registrense! Es de a grapa! ;)

La pertenencia

Trejo me invitó a participar en este blog. A pesar de que acá al ladito dice que es de dos personas aquí estoy yo dándole y subiendo algo. Soy Ale, por cierto: mucho gusto.

Desde ayer pensaba en el tema de mi primera entrada. Que si me presento con datos inútiles sobre mí, que si les platico de la película buena buena que fui a ver el otro día, o si mejor blah blah blah. No sabía y ahora se me ocurre que, al entrar a este blog y pertenecer a la nómina de sus blogueros, sería buena idea hablar un poco de la pertenencia.

El otro día platicaba con un compa, me contaba que cuando era niño iba a un programa de radio dónde, junto a otros niños, hablaba sobre su vida como católico. Mi compa ahora sólo cree en derechos sociales. Pero pensé en él siendo definido por sus padres, por sus amiguitos del radio y por sus clases de catecismo como un niño católico. Comentamos que, aunque no lo intentaran los padres siempre tratan de definirnos de algún modo y de insertarnos en algún grupo. De ahí, queda en nosotros desarrollar un sentido de pertenencia.

Yo nunca he pertenecido. Así, a secas. Y no es queja, ni pataleta, ni mírenme pobrecita, soy una outcast. Nunca he sentido esa sensación de pertenencia que veo en mis conocidos: ni siento ese amor a la patria que hace saltar de rabia a algunos cuando Paulina Rubio se envuelve encuerada en la bandera, ni esa pertenencia a una generación como afirma la estación de radio cuando pone música de los tardíos 90's, ni el orgullo a las instituciones por las que pasé: en una semana es mi graduación de la universidad: no voy a ir. Claro, tengo mis amigos y los quiero y me entiendo de maravilla con ellos, pero no. No pertenencia: no somos colectividad, somos individuos. Tal vez, mi único o más fuerte sentido de pertenencia sea hacia mi familia.

El otro día, me preguntaba: la gente en realidad se siente perteneciente a su género. No me malinterpreten, pero a ver, ¿todo el tiempo se están concibiendo como soy Fulano, soy hombre y por eso hago esto? Por que yo no, y mis amigos pelaban grandes los ojos cuando se los dije: no siento ningún cariño ni pertenencia a mi género: no me siento aludida cuando, ya avanzadas las bodas, los animadores dicen "y ahora que canten nada más las mujeres". Sólo me sentiría aludida si dijeran "que cante nomás Ale".

Hasta cierto punto me gusta, no sentir que pertenezco a muchas cosas. A fin de cuentas, no somos instituciones, ni géneros, ni religiones, ni modelos de comportamiento. Las personas sólo somos personas.

Pues eso.

martes, 8 de junio de 2010

El Famosísimo Príncipe Azul

Buenas noches. Me dieron ganas de escribir, pues tuve una epifanía; después de seis años de vida, dos de ellos estudiando psicología freudiana y familiar (por cierto, soy comunicólogo, metí materias de psicología por gusto... o más bien porque esperaba encontrar algo) y además estudiando directamente desde la fuente... hoy puedo decir que comprendo -no del todo pero sí infinítamente mejor- a las mujeres; caso específico sus relaciones amorosas/interpersonales.

Ya había leído antes acerca del caso Príncipe Azul (que aunque no lo crean, fuera de ser parte de los cuentos de hadas, es un término utilizado en psicología) y debo decir que jamás lo comprendí del todo... En el párrafo anterior, por "estudiando directamente desde la fuente" me refería por supuesto a que he conocido a muchas mujeres en los últimos seis años... y lo hice poniendo ESPECIAL atención en sus acciones, su manera de desenvolverse con los hombres, las mujeres, en el trabajo, la escuela, su lenguaje corporal (importantísimo) y en general en cómo responden a diferentes tipos de comunicación. Todo esto lo hice con mucho cuidado al principio, pero poco a poco fui haciéndolo de manera subconsciente, hasta que que se convirtió en parte escencial de mí y ya lo hago SIEMPRE, sin darme cuenta incluso, y obteniendo muchísimos datos de una mujer con tan sólo una pequeña charla de cinco minutos.

Bueno, de introducción ya fue suficiente; quisiera, sabiendo que la probabilidad de ganarme muchas enemigas después de hacerlo por soltar una verdad de la vida tan tremenda, compartir mis hallazgos que hace apenas una hora se concretaron gracias a una epifanía que tuve, como comenté al principio. Así pues, comencemos.


Desde que a las mujeres les viene la regla y se convierten en unas pubertas llenas de granos (igual que a los hombres, claro) hay una palabra que culturalmente les comienza a sonar fabulosa: Novio (¡no igual que a los hombres!).

Piensan en el noviazgo como algo idílico: "Lo conocerás, él te querrá y ¡voilá! te casarás y ya está. Fin del cuento. Todos comiendo perdices; así de sencillo.

A medida que van haciéndose mayores (unas mucho antes que otras) se dan cuenta que nada es tan sencillo: Ni bajar ésos 5 kilos que subieron en vacaciones, ni evitar las patas de gallo o las ojeras, ni encontrar un hombre "que por una maldita vez valga la pena". Todo ésto sin contar que la presión social es directamente proporcional al paso de los años (familia, amigos, etc.).

Ying-Yang señoritas.... con un poco más de tiempo, también "aprenden" a ser mas exquisitas o más selectivas: Ya no les viene bien el primero que les haga ojitos, que les susurre "te quiero" al oído o que sea el maldito maestro del amor en la cama.

Llega un punto donde... ¿Cómo decirlo? Donde ya han pasado por lo mejor y lo peor del amor, de la citas y de los hombres (muchos hombres). Conocen a tantos hombres que les han gustado mucho, poco o nada. De todos sacan puntos fuertes y débiles, y en medio de la desesperación (porque sí llega a ser desesperante) bien podrían hacer una "colcha" con pedacitos de "tela" cada uno para conseguir por fin al hombre perfecto.

Cada una tiene gustos diferentes por supuesto, pero la mayoría coinciden en la idea de que de la nada, un día conocerán a ésa "media naranja" que les pondrá un anillito en el dedo y las catapultará de su -erróneamente analizada- "mundanal existencia" a un mundo color de rosa lleno de nubes en formas de corazón y margaritas que nunca pierden su aroma... ¿Verdad? ¿Quién de ustedes no sueña o soñó alguna vez con encontrar al Príncipe Azul?.

Mujeres de mi vida y de mi corazón: les pido de la manera más atenta que ¡no se engañen más! Mr. Right NO EXISTE. Me encantaría pensar que hay alguien entre toda nuestra maldita raza de machos que fuera al menos ligeramente rescatable, pero la que dice que tiene un Mr. Right entre manos (o entre las piernas) -cosa que siendo hombre he escuchado infinidad de veces- no tardará mucho en aburrirse de tanta "perfección", con lo cual se vuelve imperfecto (ironías de la vida).

El Príncipe Azul no es más que una idealización de todos los caracteres que las mujeres desearían que su compañero tuviese, pero (y el proceso de realización es muy lento, desgraciadamente) que muy probablemente no tendrá, y en el medio de la "desesperación" (por que se les "pasa el arroz", por cólera con un exnovio, o por miedo a la soledad) terminan, como siempre, con el primer pepinazo que se le parezca (así sea sólo un poquito).

En el mundo real se reflejan de forma vaga aquellas cosas perfectas que sólo existen en el Mundo de las Ideas (Platón).

Y bien, tomando lo anterior como antecedentes, ello me sirvió para entender la forma en que las mujeres deciden empezar a manejar su vida "amorosa", "romántica", o como quieran llamarle (que curiosamente, entre más lo planean, menos "amorosa y romántica" es, sino frío y calculador, con lo cual se pierde la idea que se tenía en un principio, que era encontrar al Príncipe Azul), y trato de ponerlo de la forma más clara posible a continuación.

Como de cada hombre con el que salen sacan algo bueno (digo, quiero pensar que algo bueno le vieron por lo menos para haber aceptado salir con él), lo que bien empiezan a hacer hasta encontrar uno que realmente se parezca a su idealizado Mr. Right es que hacen un revoltijo de hombres de carne y hueso (por más nasty que eso haya sonado).

Damas y caballeros, les presento la teoría de los equipos (y disculpen las alusiones deportivas, soy sólo un hombre -además que pretendo que los demás hombres entiendan lo que trato de explicar-):

Se basa en dos principios básicos:

  1. No desesperarse (1): Para no acabar con el primer mal ejemplar de macho que se les ponga enfrente es CRUCIAL para las damas tener a otros varios en espera. El simple hecho de tener varios Ases bajo la manga, les asegura que si uno se va, se pierde o simplemente la deja por otra, le van a quedar cartas por jugar. Así le restan importancia al que se fué (mucho ojo aquí).
  2. No desesperarse (2): Señoritas; El Alma Gemela no tiene por qué ser un hombre; ¡pueden ser 2!, o puede ser cualquier cosa. Tal vez sus 3 mejores amigas son sus almas gemelas; ¿y a póco no les funciona re bien? Lo he visto muchas veces; se agarran de cualquier otra cosa con tal de no caer en la desesperación amorosa. Puedo aseverar que al pensar que ésas tres mejores amigas en verdad son sus "almas gemelas", le quita importancia a que el hombre que se acaba de ir lo haya sido, y eso hace las cosas definitivamente más fáciles... ¿O me equivoco?
Necesito que se percaten aquí que con ésto reitero lo que comenté al principio... El asunto deja de ser "romántico" o "amoroso" y comienza a volverse frío y calculador. El principio fundamental de la búsqueda de Mr. Right comienza a perderse. Sigan conmigo, viene lo bueno.

Ahora sí, teoría de los equipos. Se juega de forma similar al de la Búsqueda del Príncipe Azul, pero en vez de que busquen TODO en UNO, ellas buscan el UNO en VARIOS:
Juntan los que mejores cualidades tengan y a cada uno lo usan para el uso y disfrute de esas cualidades (y ésta es la mayor revelación de todas). Les pondré un ejemplo sencillo:


  • El que mejor besa, pues sólo lo usan para besarse y pasarla bien un rato.
  • El que más caballero sea, lo usan para salir y que las lleve al cine, a cenar...
  • El mejor en la cama... ¿hace falta que diga más? Y sí, también lo usan.
  • El más gracioso, lo usan para salir de parranda.
  • El mas guapo, lo usan para andar de ligue en las fiestas.
Etc, etc...

Así pues, ellas van formando un equipo donde cada uno ocupa una posición exacta y donde dándoles cierto margen de juego gracias al uso tácticas y estrategias logran pasar ratos muy amenos y nunca sentirse desvalidas, desesperadas o no queridas. O al menos ésa es la ilusión que ésto provoca.

Según la cantidad de jugadores con los que cuenten, será un equipo de Futbol Soccer; 11, Futbol Sala; 5, o incluso un "mediocre" partidito de Squash. Y evidentemente, siempre tendrán un preferido (un "jugador titular"), secundado por un grupo de pares ("jugadores suplentes") que les darán las partes que al primero le faltan para ser el Mr. Right que tanto anhelan. ¿Les suena conocido?Alguna vez escucharon la frase "La Catedral y sus Capillas"? Hasta da miedo, ¿no? Pues es cierto.

Claro está, puede que los jugadores cambien de posición con el tiempo (que el titular pase a suplente, o al revés), o que de la nada, cambien de un equipo de Rugby (quince jugadores) a Tenis (dos), con uno que ya tenían en plantilla, o incluso con un desconocido que de repente los desbanca a todos.

Factores como el tener o no sexo con todos o con ninguno, quedar o no, llamar o no, van a gusto de la Dirección Técnica (o sea, ellas mismas). El juego consiste en que simplemente estén. Y bueno, con ésto ellas llenan el gran vacío en su corazón (que una vez más, irónicamente, fue provocado en primer lugar, por seres como los integrantes de ése equipo de Rugby antes mencionado; es como si yo por odiar las armas de fuego, comprara una de cada una y me armara hasta los dientes... tiene casi el mismo sentido).

Mujeres, no estoy aquí para reclamarles nada. Quiero que eso quede bien claro. Mi epifanía (y éste escrito en sí) tiene tan sólo la finalidad de mostrar lo que yo he aprendido a través de los años. No quiere decir que todas las mujeres se manejen así; sólo que he notado éste tipo de comportamiento en muchas mujeres, y como por lo general se pasan los "tips" con tan sólo miradas, quiero pensar, no, estoy seguro que la mayoría de ustedes está bien al tanto de lo que menciono; aunque no lo apliquen, lo conocen. Saben que pasa.

Simplemente quisiera hacerles notar que no estaría mal tener en cuenta unas ciertas reglas a seguir; después de todo, todos somos seres humanos y tenemos derecho a una igualdad de circunstancias. Por mencionar algunas:

Sean sinceras con ellos: Porque la sinceridad es una virtud y nadie mejor que una mujer para recordarnos eso, hay que aclarar que “Lo que se ve, es lo que hay”. Esto no va de joder a los pobres caballeros, sino de dar y recibir sólo lo que ustedes quieren y no dar pie a malos entendidos. Ellos tienen que saber a qué se atienen con ustedes (y viceversa, claro).

¡La regla de oro de las mamás!: “Los hombres, muchos, pero de a uno”. Si van a quedar con dos en el mismo sitio y a la misma hora para hacerse la linda o la importante, van muertas. Y ni les quiero contar la famita que se les hace.

”Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”: Sin mentir, si están saliendo con más de una persona a la vez, sería bueno comentarlo. Es una edad moderna y civilizada, y si los hombres pueden hacerlo, entonces ustedes también, por supuesto. Pero no olviden dejarlo todo en claro desde la primer salida.

Siguiendo ésta teoría, a las mujeres les ayuda a ver con claridad, a ser objetivas, a sentirse queridas (o porque no, endiosadas) y en un futuro, a no confundir el miedo a la soledad con el amor, que es por lo general el peor de sus males. ¿Correcto? Yo diría que muy acertado.

Pero calma caballeros, sé que hasta el momento lo estoy pintando que las mujeres como las conocían ya valieron madre y que jamás volverán a tener oportunidad con ninguna otra vez. Un buen día ellas se dan cuenta que su "titular" pasó a ser mucho más que éso, o que aquél tipo alternativo que conocieron en el antro vale mucho más que toda su plantilla de Rugby junta.

Lo que sí no discuto para nada de seguir ésta teoría es que las mujeres tienen una excelente oportundiad para poder comparar, que van a saber que si al final eligieron a uno en particular no habrá sido ni por falta de cariño ni por falta de opciones. Aparte, ¿a qué mujer no le gusta sentirse solicitada?

Entiendan, señores, que en ésta época las mujeres han encontrado una manera de proceder en la vida y entre los hombres de una forma precavida y con un menor riesgo de que se les rompa el corazón. Ésto es tan sólo una fase; como dije, bien puede llegar el día en el que se den cuenta que el "titular" se convirtió en algo más. Mi consejo es, tranquilos, no sean intensos con las pobres damas porque entonces sí que no serán considerados ni para "suplentes"; si realmente les interesa una mujer, sean pacientes, estén ahí cuando ustedes crean correcto y denles su espacio cuando así lo crean también; no sea preocupen, ellas mismas les darán las pautas para que sepan "cuando sí y cuando no". Y sí, en lo que aprenden a identificar éstas señales tal vez perderán mucho tiempo, dinero, esfuerzo e incluso saldrán lastimados de vez en cuando, pues cuando ustedes pensaban que aquella mujer les abría su corazón y ustedes hacían lo propio, realmente ellas tan sólo pretendían mantenerlos interesados. No se preocupen; nosotros no esperamos a una "Bella Durmiente", "Cenicienta" o "Blanca Nieves", pero sí sabemos lo que queremos. Sean pacientes con las mujeres de hoy en día, tienen una larga historia de desamores para la cuál jamás han estado preparadas (si nos fijamos hacia atrás en la historia, antes las mujeres tan sólo tenían un hombre durante toda su vida... las más locas dos o tres... iImagínense si ése uno les hacía pasar tales malos ratos... ¿Qué pueden esperar las mujeres de hoy si cambian de novio cada seis meses?); así que... sean ustedes mismos, sean honestos y cuiden mucho su corazón, porque ya no los hacen como antes.

Y a las mujeres a las que interesé lo suficiente como para mantenerlas leyendo a lo largo de tantas letras... ¿Qué opinan de mi epifanía? La verdad soy muy terco y aunque me digan que estoy completamente errado no me harán cambiar de opinión jajaja; pero aún así me interesa saber qué es lo que piensa una mujer de todo ésto. Claro, a menos que vayan a ser sinceras, mejor ni se molesten, y hagan como que nos dejaron a todos con la duda.

Espero no haberlos aburrido demasiado, pero tenía que plasmar esto fuera de mi cabeza, de lo contrario no iba a poder dormir.

Buenos días.


El Sol persigue por años a la Luna... Y justo cuando piensa que jamás estarán juntos... Eventualmente llegan a besarse. -RVB