sábado, 24 de julio de 2010

Generación de escépticos

Mi abuela vive en la playa y acaba de enviudar hace algunos meses. Fui a visitarla.

No sé si sea sólo yo o sea, en efecto, una característica de una generación que ya ha visto todo, pero soy escéptica. No creo. ¿En qué? Ni en el TVGuide. No es sorpresa entonces, que me parezca imposible llegar a querer a alguien así, como para querer compartir vida y carga genética, como para estar dispuesto a llorarle infinitamente en una vejez dolorosa y solitaria. No estoy diciendo que lo de mi abuela no sea cierto, es sólo que creo que yo no sería capaz. Somos seres automáticos, solitarios.

En un anuncio de los 50's los valores eran lo durable. No sé si habrán visto (y aquí si sí lo vieron es cuando me corrigen y me dicen que me ando meando muy fuera de la olla y que es de los 80's) un comercial de un coche que está en una plataforma sobre el mar, llega una ola, llega otra y el coche sigue incorrupto. Tal vez sea de los 60's o principios de los 70's. Son generaciones donde las cosas buenas debían de durar para siempre. Mi abuela, otra vez, usa todavía una licuadora que compró cuando mi papá era niño. Antes todo era para siempre.

Ahora nosotros. Desechables. Diseñamos máquinas para que en un par de años se vuelvan obsoletas, lo nuevo, lo cambiante. Los valores ya no son los mismos. Y sí, las personas no son objetos, pero ¿hasta qué punto nos relacionamos con los objetos en un modo muy similar en el que nos relacionamos con las personas? ¿Hasta que punto rodear a un bebé de animalitos de peluche no es recordar un poco la bestialidad primigenia, no es rodear a nuestra cría de otras crías? No voy a hablar de compromiso, ni de capacidad, sólo de predisposición. Tampoco lo estoy condenando, sólo es algo que pienso, que veo en mí. Nací en un mundo cuyos objetos me dificultan alcanzar las metas que el propio mundo propone como ideales.

O tal vez sólo soy una persona enojada.

martes, 20 de julio de 2010

De cuando veo a través del vaso


Estoy muy lejos de ser fan de leer cadenas o cosas por el estilo. Rara vez, y como favor, abro alguna que encuentre en mi bandeja de entrada. Un inteligentísimo y visionario fotógrafo logró captar, de manera iconográfica, a manera de relato pues, la línea del tiempo de la vida:


El pedo, agudo y ávido lector, es que voy en la tercera etapa (snif). Heartbreaking, me cae. So far.

lunes, 19 de julio de 2010

Odds.

Debo decir que Daniel me dio la idea para éste post. Bueno, más o menos.

Así como él hace la metáfora hacia el juego de La Lotería, yo quisiera colocarme, metafóricamente también, en el juego de Ruleta.

Es sencillo; 38 posibilidades, un sólo acierto. Hay pares, nones, rojos, negros y cero (y a veces doble cero, aunque no sé cómo funciona eso). Escoges una opción, giras la ruleta, lanzas la pelotita y cierras los ojos... y depende de tu suerte y de las opciones que hayas tomado al apostar, puede que te vaya muy bien o muy mal... No hay mejor expresión de jugársela que eso. No lo puedes controlar. No es como el póker o el dominó... ahí se lo dejas todo a la suerte. Que la estadística y que los números grandes y que la teoría del caos... BLEH. Mis huevos; es pura suerte.

En fin, hablaba de la metáfora y es que es cierto; estoy en un punto en mi vida sumamente agradable... no pienso las cosas, actúo, veo la vida con frialdad, me la juego y, hasta el momento, voy ganando. No me refiero a un sólo tema ni mucho menos; hablo tanto del trabajo como de la fiesta, el deporte, el sexo... la vida en general es un juego en éstos momentos y voy a la alza (¿así se dice? bueno, voy ganando, pues).

El chiste está en tomar las decisiones rápidamente; digo, si ya se te ocurrieron varias cosas y nunca has tenido tendencias suicidas, significa que cualquiera de las opciones que tienes en la mente te llevará a algo "bueno" (por lo menos no devastadoramente malo); si no te sientes tan suertudo, pruebas apostando al rojo y al negro al mismo tiempo; así pasa el tiro y quedas tablas, y puedes volver a jugar sin haber perdido; cuando la sientes segura, vas con todo al diecisiete negro y ¡pum! ¡paga 35 a uno! Espero no estar confundiendo demasiado al estimado lector...

En fin, ése es mi juego; Daniel anda muy alegrito (maldito joto) y pues anda jugando con frijolitos y cartitas con dibujitos; yo ando jugándome la vida en éstos momentos y debo decir que me siento excelentemente; yo sé que no puede durar para siempre... pero definitivamente estoy disfrutando en lo que dura el viaje.

sábado, 10 de julio de 2010

La edad circunstancial

El otro día entré a checar mi correo (costumbre cada vez en mayor desuso) y me encontré un mail que me automandé en 2004 para que llegara en mi cumpleaños número 23, es decir, hace 10 días, lo mandé con la página FutureMe, me dio gusto leerme y verme así, confrontada por una Ale del pasado que era mucho más ingenua y mucho más cabrona de lo que soy ahora. Sin embargo, me costó reconocerme en esa chamaca que me preguntaba sobre si seguía con mi novio de la prepa, si ya vivía sola, si me había ido a estudiar fuera, si me había hecho rastas. No,sí,sí,sí.
Leyéndome y viéndome con tanta distancia me di cuenta que quien mandó el correo era otra persona, y no sólo por ser más joven, sino porque somos circunstancias, creo que también a eso me refería hace poco cuando comentándole un post a Daniel le decía que la edad no es una cuestión de tiempo. -No me digas que es de actitud -Comentó Carlos. No, es de circunstancia. Me explico:
1.Tengo un amigo que es profesor de idiomas, vive en un pueblo de estudiantes con otra amiga y sus dos perros, no maneja porque le parece innecesario ya que a todos lados que necesita llegar llega en bicicleta. Es totalmente independiente. Y su idea de vestir formal es usar unos jeans que no estén rotos.
2.Tuve un profesor de italiano de la misma edad de mi amigo, vivía a una hora de la universidad y todas las mañanas manejaba en carretera para llegar, decía que al vivir tan lejos no le daba tiempo de ir a ningún lado, vivía con una esposa que esperaba un bebé y que era ama de casa.

¿Verdad que el profesor 2 suena más viejo que el profesor 1? No es cosa de actitud, es de circunstancia, de inserción en el tejido social, de proyectos de vida. Somos circunstancia y cada que cambia nuestra circunstancia dejamos de ser nosotros para volvernos en otra persona, a veces dejamos nuestras pieles como si fuéramos reptiles y de pronto, muchos años después, al encontrarnos con estas pieles no conocemos la forma que una vez nos contuvo. O eso creo.

viernes, 9 de julio de 2010

Dating


Es padrísimo empezar a salir con alguien. No importa si pasa en tus sweet sixteen o en el umbral de la andropausia (sí, estoy resentido con la edad, ¿y?). Cuando no es nada más para echar desmadre, cuando no es amor de quincena, es hora de bajar la guardia.

Afortunadamente, hay muchísimas maneras de acercarte a una leidi. En gustos se rompen géneros: twitter, facebook, messenger, mensajitos, celular, etc. Queridos lector, siéntese bien, recárguese, póngase cómodo. Verdad Universal no.1:

Si ella dice: Sí. Es .

Ay, gooooooooeeei. No, no me tache de pendejo. Aunque usté no lo crea, abajito de la disfunción eréctil y la infidelidad (lo busqué en el diccionario pero ni así le entiendo a la palabra), ésta es una de las causas de más peso para el fracaso de las relaciones. No, no es fácil. Lo sé y, créame, no lo aprendí de la manera amable. Los hombres tendemos a interpretar señales de la manera más favorable a nuestra causa, nos aferramos. Por eso, le regalo la Verdad Universal no.2:

Si ella dice: No. Es no.

Me cae. Se dice fácil, se oye fácil... pero, ¡no lo es! Según estadísitcas personales, el 70 % de las veces es él quien pone el pecho a las balas, el del corazón de pollo, no ella. ¿A quién engañan? Es hora hora de alzar la voz, querido lector, decir: A mí no.

En el fondo siempre lo he sabido pero, como dice Cabrera Infante: "Más que semental, soy sentimental". Ni pedo.

lunes, 5 de julio de 2010

Ensayo.


Carlos: ¿Y qué tal quedó ése ensayo sobre los derechos de las mujeres?

Alesita: Jajajaja ¡Chingón!, ¡chingón! Ése Trejoooo; se rifa como naco.

Carlos: Es que es un naco. Pero así lo queremos.

domingo, 4 de julio de 2010

Got Strip?

Viendo la foto de la manzanita de ésta semana, la sabrosísima Bárbara Mori, me puse a pensar en que hace mucho tiempo que no disfruto el desnudar el cuerpo de una bella mujer... No me malentiendan, tiene poco desde la última vez que desnudé a una mujer, simplemente tiene mucho que no lo disfruto.

Este pensamiento me hizo recordar lo que soy en esencia, un animal. He tenido relaciones sexuales por mera satisfacción fisiológica los últimos meses... ¿Esta mal? No. Bueno, al menos no lo creo así; pero ése no es el punto.

El punto, creo, es que no he deseado tanto a una mujer, a la persona en sí, en mucho tiempo. Y es que ir removiendo prenda por prenda, notando las reacciones que provocan cada movimiento que haces... creo que no hay nada que se le compare.

Creo que es momento de abrirme un poco y empezar a darme cuenta de quién es realmente aquella dama que me hace el favor (rara modestia) de acostarse conmigo; no sólo buscar el fin... sino disfrutar de los medios (ya sé, doble sentido).

A fin de cuentas no hubo aquí ningún punto; si acaso creo que vale la pena recalcar la belleza de las reacciones involuntarias durante los momentos previos al coito (¡qué feo suena ésa palabra!, ni pedo).

¿Será entonces momento de tomarse más en serio la intimidad? O, ¿es tomar todo como un mero deporte la solución más rápida a la satisfacción fisiológica y mental? ¿Qué tanto puedes diferenciar una relación sexual de otra, cuando todas llegaron a ti del mismo modo?

Saludos a todos aquellos que les dieron ganas de encuerar a una vieja cuando leyeron esto. Enhorabuena.

viernes, 2 de julio de 2010

¡Aaaazúcar!


De unos meses para acá he andando medio salsero. La mayoría de las personas que gustan de este género musical no acotumbran oírlo si no es bailando. Muy normal, creo. Yo no sé bailar, es más, ni gracias tengo... y sin embargo se mueve, me gritan las muchachas.

Independientemente de los derechos de autor y cosas por el estilo, sería relativamente fácil copipeistear los ritmos más sabrosos todo el tiempo. ¿Quién olvidaría Se me perdió la cadenita (click), después de bailarla una vez?

-Debe de haber algo más que ganas de sudar en estas rolas, algo más allá de Celia Cruz- me dije.

Después de un par de tragos, de la mano de Gilberto Santa Rosa, entendí que no era posible que la letra no bailara sola (?). También hay tripas y suspiros y cigarros en esto de la salsa.

A todos aquellos que siguen con un frijolito en la mano por una despedida dudosa, les regalo Cueste lo que cueste (click), de Willie Colon. Perdóname, querido lector, pero hoy es noche de quincena o amores de jabón chiquito y la nostalgia anda pegando con tubo.