domingo, 10 de abril de 2011

Epifanía


Antes de cualquier cosa, querido lector, quiero advertirle que ando emo. Las razones no importan, ando bien pinche emo y ya. En lás últimas semanas no he dormido ni comido bien y desafortunadamente esto se juntó con que dejé de fumar: ¡¿en qué pendejo momento decidí ser sano?!

No sé quién haya sido, Dios, Shaka de Virgo, Jesús, Alá, Buda, Shen Long, o a cualquier ente superpoderoso de su preferencia, quien me escupió en la cara una verdad profundísima. En uno de esos momentos telenovelescos que todos tenemos, iba caminando hacia el metro con el "¿por qué, por qué a mí?" tatuado en la frente, cuando algo en el paisaje me picoteó los ojos:



A veces, de manera fortuita, los lugares más ajenos a nosotros nos ofrecen (a precio juvenil), montones de generosa sabiduría senil.