Complementando un poco el post de Trejo...
¿Cómo es que llegamos a ése punto? Ése punto en el que simplemente ya no... Ya no quieres; ya no puedes... Y es que en verdad se vuelve una contrariedad; no sólo por el lado personal, sino que empiezas a integrar todas las otras cuestiones: que si su familia, que si mi familia, que los planes, que el tiempo que llevamos, que si no valió la pena, que si aún la/lo quiero pero ya no igual... ¡UF! Es un desmadre esto.
Y por más desmadre que sea... pasa. No está padre, no nos gusta; la mayoría de las veces no lo veíamos venir. DEFINITIVAMENTE NO lo planeamos... y aún así, pasa.
¿Qué hacer en éstas circunstancias? ¿Qué haces cuándo ésa relación ya no te llena? Aún la/lo quieres, y sabes que de separarte la/lo extrañarías cabrón. Y aún así muy dentro de tí sabes que no está bien continuar. No sería justo.
La regla de oro: siempre ve primero por tí. Las circunstancias sociales; causales o casuales, valen madre; ése tipo de cosas se "arreglan" solitas con el tiempo. Uno debe siempre primero ver por uno mismo; ni modo, nos toca ser egoístas de vez en cuando. Una vez que definas qué es lo que está bien para tí, y sólo entonces, puedes empezar a voltear hacia el resto de tus dinámicas (pareja, familia, amigos, sociedades en general, religión (de aplicar), etc.).
Recuerda siempre mantener tu centro. Si pierdes tu centro, si no puedes sostenerte de tí mismo y pierdes el suelo... no podrás controlar lo demás. Siempre empieza por tí.
Ahora, ¿por qué pasa? Si tuviera la respuesta, no estaría aquí sentado, borracho y desvelado a las casi seis de la mañana escribiendo en éste blog. Sería, no sé, el rey del mundo (¿?).
Más debemos aceptar que las cosas siempre pasan por algo. Así que, mientras descubres qué pasó y ¿por qué?, organiza tu vida, porque la vas a necesitar mientras le piensas. El chiste es no mortificarse y tener presente que siempre vendrá algo mejor; si lo que tenías hubiera sido lo mejor, no lo hubieras perdido. Uno sabe cuando tiene lo mejor. Y no lo dejas ir.
Ése era el comentario, espero no haber debrallado "demasiado". Y claro está, hablo de mi experiencia personal... Como dice Trejo: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
¿Cómo es que llegamos a ése punto? Ése punto en el que simplemente ya no... Ya no quieres; ya no puedes... Y es que en verdad se vuelve una contrariedad; no sólo por el lado personal, sino que empiezas a integrar todas las otras cuestiones: que si su familia, que si mi familia, que los planes, que el tiempo que llevamos, que si no valió la pena, que si aún la/lo quiero pero ya no igual... ¡UF! Es un desmadre esto.
Y por más desmadre que sea... pasa. No está padre, no nos gusta; la mayoría de las veces no lo veíamos venir. DEFINITIVAMENTE NO lo planeamos... y aún así, pasa.
¿Qué hacer en éstas circunstancias? ¿Qué haces cuándo ésa relación ya no te llena? Aún la/lo quieres, y sabes que de separarte la/lo extrañarías cabrón. Y aún así muy dentro de tí sabes que no está bien continuar. No sería justo.
La regla de oro: siempre ve primero por tí. Las circunstancias sociales; causales o casuales, valen madre; ése tipo de cosas se "arreglan" solitas con el tiempo. Uno debe siempre primero ver por uno mismo; ni modo, nos toca ser egoístas de vez en cuando. Una vez que definas qué es lo que está bien para tí, y sólo entonces, puedes empezar a voltear hacia el resto de tus dinámicas (pareja, familia, amigos, sociedades en general, religión (de aplicar), etc.).
Recuerda siempre mantener tu centro. Si pierdes tu centro, si no puedes sostenerte de tí mismo y pierdes el suelo... no podrás controlar lo demás. Siempre empieza por tí.
Ahora, ¿por qué pasa? Si tuviera la respuesta, no estaría aquí sentado, borracho y desvelado a las casi seis de la mañana escribiendo en éste blog. Sería, no sé, el rey del mundo (¿?).
Más debemos aceptar que las cosas siempre pasan por algo. Así que, mientras descubres qué pasó y ¿por qué?, organiza tu vida, porque la vas a necesitar mientras le piensas. El chiste es no mortificarse y tener presente que siempre vendrá algo mejor; si lo que tenías hubiera sido lo mejor, no lo hubieras perdido. Uno sabe cuando tiene lo mejor. Y no lo dejas ir.
Ése era el comentario, espero no haber debrallado "demasiado". Y claro está, hablo de mi experiencia personal... Como dice Trejo: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Nota: Ningún corazón fue roto durante la creación de éste post.
Haz sandwich.
Haz sandwich.
Metafísicos estamos y es que no hacemos sandwich
ResponderEliminarPues sí. Ni modo.
ResponderEliminarSharon