viernes, 11 de junio de 2010
Los cabezarendonda
Pues que ya empezó el Mundial y que nomás es cada cuatro años y que no hay que ir a trabajar y que podemos echar un tequilita aunque sean las nueve de la mañana. Me gustan los mundiales, me gusta emocionarme hasta el delirio y ponerme nerviosa y fumar sistemáticamente hasta que caiga un gol de la selección. Me gusta ver a los demás equipos del grupo y tranquilizarme de que hagan un juego mediocre y queden empatados a ceros. Gran fenómeno, ese del Mundial. ¿Pero, hasta qué punto lo sobredimensionamos? ¿Hasta que punto se sobredimensiona a sí mismo? Ahí está nuestro presidente con su bufandita muy sonriente, encantado de la vida, y acá que maten niños en la frontera, total que es el Mundial. Él sabe que es un fenómeno sobredimensionado y que estar ahí y aparecer flanqueado por Jacob Zuma y montón de futbolistas macizos le va a dar más popularidad que ir a ponerle la cara a los gabachos que se cargaron al chavo en Paso del Norte.
No. No se confundan. No es este el discurso manido de las teorías de la conspiración y de la cortina de humo. Esto va de los cabezaredonda. A ver, me explico:
Desde toda la vida he sido un magneto para un tipo de hombres: los cabezaredonda. Estos chicos son aquellos que viven cuatro años esperando el mundial y que deciden dejar de fumar para llegar vivos a todos los mundiales posibles. Se saben todas las estadísticas y -y aquí radica la cabeziredondés- realmente hacen suyo el fútbol. Gente que siente una pasión que no comprendo del todo: ahí está el pobre que le dio chorrillo del puritito coraje del penal que se falló o aquel que está llorando a moco tendido porque nos ganó Estados Unidos, otro que, a mitad de un viaje por la sierra, maneja dos horas para ver jugar a dos selecciones ajenas, también ese que estuvo todo el día enojado porque lesionaron a su jugador favorito. No lo critico, es sólo que no lo comprendo -sí, sí, seguro porque soy vieja.. blah blah. No.- Impulso mimético, señores. Ritualidad. Sentir, comprar, que en efecto, esos once pelados que nada tienen que ver con nosotros: los culos gordos sobre las sillas de Cerveza Sol, nos están representando y nos representan más allá que cualquier movimiento político, que cualquier fenómeno social. Es ser ellos por noventa minutos. Los cabezaredondas por lo general prolongan esos noventa minutos a su vida entera. No lo entiendo, ellos ahí, llevando sus vidas de abogados, de activistas, de doctores cuando en realidad llevan esa vida oculta de futbolista seleccionado. Ahí están, entrando a cada rato a Goal.com para ver, si, por algún extraño retruécano del destino hay un artículo donde se hable de los buenos futbolistas que ellos son. Está bien apasionarse, pero, habrá que preguntarnos ¿hasta que punto sobredimensionamos? ¿hasta que punto nuestra estabilidad como individuos debe depender de algo tan ajeno?
Raras personas esos cabezaredondas.
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Esto viene, claro esta, de alguien ajena de todos lados; verdad? :P
ResponderEliminarJajaja no malentiendas, he aqui un hombre que NO es un apasionado del futbol... claro, veo los partidos con los amigos, y de vez cuando pregunto como quedo este o aquel... pero es una vez cada cuatro años, y el resto del tiempo me verás preocupándome por cosas SUMAMENTE más importantes.
Comprendo perfectamente tu punto, al igual que tú yo conozco muchos apasionados de corazón, o como los llamas, cabeziredondos (excelente apodo por cierto).
Un último comentario; ¿de dónde viene la TRANQUILIDAD de que los partidos queden empatados a ceros? ¡Qué hueva! O sea, literalmente está uno ahí sentadote hora y media (a veces más) viendo el pinchísimo partido y resulta que no hay goles? Quedan a ceros? O sea, es como si ni hubiera tenido lugar el partido en primer lugar. Creo que por eso prefiero ver la NBA; ahí hay muchos puntos siempre! Y nada de esperar a que el balón cruce la cancha ni pendejadas de esas... En fin.
Lo de los tequilitas a las 9 am no lo critico para nada, que quede claro.
Saludos!
Bueno, la tranquilidad del 0-0 en este caso, viene del Francia-Uruguay (somnífero, por cierto), pero que, como buena fantasía tropical, hace pensar que no es tan malo que México haya empatado con Sudáfrica. Eso.
ResponderEliminarYa un día nos iremos por unos tequilas de nueve de la mañana.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBien, de acuerdo; me agrada por donde va tu "tren de pensamiento". El México 1 - 1 Sudáfrica fue 100% política, y de verdad el que pensó en un marcador distinto es netamente pura pasión futbolera -o muy pendejo. Lo siento, pero así son las cosas.
ResponderEliminarSeguimos en contacto para esos tequilas matutinos.
Nótese el título: Los cabezareNdonda jajaja
ResponderEliminarRendondo es como redondo pero más rendondeado.
ResponderEliminarOye, quiero saber de tus propiedades de imán para los cabeza redonda.
ResponderEliminarPues si eres uno de ellos, seguramente tarde o temprano seremos noviecitos. Eso.
ResponderEliminarNo pues yo nomás puedo ofrecerte los tequilitas mañaneros; espero te baste. Eso sí. Lotro, nel.
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