domingo, 21 de noviembre de 2010
Queja que no es queja.
domingo, 24 de octubre de 2010
¿Un cigarrito?
lunes, 18 de octubre de 2010
Random 1
domingo, 10 de octubre de 2010
De cuando me sentí secre
domingo, 19 de septiembre de 2010
Otra conversación ajena
lunes, 13 de septiembre de 2010
Epílogo cómico-musical
domingo, 5 de septiembre de 2010
Ganas (2)
martes, 31 de agosto de 2010
De cuando ya no lo vuelvo a hacer
sábado, 21 de agosto de 2010
De cuando conocí a un mago.
lunes, 16 de agosto de 2010
De cuando me cagas. O sea, hoy.
domingo, 15 de agosto de 2010
De cuando dijiste "no me importa".
sábado, 14 de agosto de 2010
De cuando "disque" ya no puedes más.
jueves, 12 de agosto de 2010
De cuando todo lo que brillaba era oro
Recuento general (inútil)
sábado, 7 de agosto de 2010
Beatnik
1. Este es el mundo:
O, por lo menos, una parte pequeñísima de él. ¿Qué es lo más grande que, con nuestros ojos, hemos visto? ¿El mar? ¿Una inmensa ciudad que va creciendo bajo nuestros pies mientras despegamos torpemente en un avión? Nada, nada que nuestros ojos hayan visto es tan grande como el mundo. Me imagino que si uno pudiera ser realmente consciente del tamaño de la Tierra se volvería loco. Pobrecillos los astronautas que ven tanta inmensidad con unos ojos hechos para ver lo fragmentado, que no nacieron para el absoluto.
Por si fuera poco su tamaño de Titán, la Tierra cometió la putada de ser esférica. Cómo si, burlándose de nosotros, nos impidiera poder marcar un inicio un un final. La Tierra infinita que nace con cada paso que damos. Pienso en los mapas antiguos, dónde aparecía el fin de la Tierra y monstruos terribles se usaban para decorar las zonas que el hombre desconocía.
¿En sus mapas, cuánto espacio estaría habitado por dragones? ¿Cuántos lugares precisos podrían marcar en el mapa inmenso diciendo: "sé que este lugar existe y no es un invento plagado de monstruos porque mis pies han estado ahí"? ¿Veinte? ¿Ochocientos? ¿Siete mil docientos veintiuno? ¿Y en porcentaje? Yo no pasaré de un 5% del globo terráqueo. Vivo en un mundo lleno de dragones.
2. A veces pienso en los beatniks y una nostalgia de como quinientos años me cae encima. Pienso en Kerouac y su necesidad absoluta de viajar, de mantenerse en movimiento, como si en el viaje geográfico estuviera implícito otro viaje, mucho más hermoso y no menos inmenso, un viaje hacia una comprensión de yo, hacia la no circunstancia, el estado más puro del ser. Eran seres terriblemente libres en una época en la que la libertad significaba otra cosa que ahora no comprendemos. A veces, los pobres, perdidos en ese infinito de libertad se sentían sofocados, como absorbidos por un todo absoluto y tremendo que no podían asir con las manos. Pero eran libres. Dolorosa y locamente libres.
3. De algún modo, siento esta necesidad de viajar. Este impulso de libertad, de la libertad que da el espacio infinito. A veces, me quedo frustrada, por horas, viendo el pequeño pueblo dónde vivo en un mapa que voy haciendo cada vez más y más grande. Pienso que el mundo es tan ancho y a la vez, tan ajeno. Tengo tantas ganas de poseerlo todo, de pisarlo, de nadarlo, de correrlo. A veces, me encantaría que un beatnik me robara en su motocicleta y me llevara a recorrer el mundo. Esta hambre que tengo, señores, es un hambre insaciable que viene de atrás, desde hace muchos años, esta hambre que tengo, señores, es un hambre que el vive en las tripas del hombre desde que, en algún planisferio dibujó el primer y terrible dragón de la impotencia.
martes, 3 de agosto de 2010
Ganas.
sábado, 24 de julio de 2010
Generación de escépticos
No sé si sea sólo yo o sea, en efecto, una característica de una generación que ya ha visto todo, pero soy escéptica. No creo. ¿En qué? Ni en el TVGuide. No es sorpresa entonces, que me parezca imposible llegar a querer a alguien así, como para querer compartir vida y carga genética, como para estar dispuesto a llorarle infinitamente en una vejez dolorosa y solitaria. No estoy diciendo que lo de mi abuela no sea cierto, es sólo que creo que yo no sería capaz. Somos seres automáticos, solitarios.
En un anuncio de los 50's los valores eran lo durable. No sé si habrán visto (y aquí si sí lo vieron es cuando me corrigen y me dicen que me ando meando muy fuera de la olla y que es de los 80's) un comercial de un coche que está en una plataforma sobre el mar, llega una ola, llega otra y el coche sigue incorrupto. Tal vez sea de los 60's o principios de los 70's. Son generaciones donde las cosas buenas debían de durar para siempre. Mi abuela, otra vez, usa todavía una licuadora que compró cuando mi papá era niño. Antes todo era para siempre.
Ahora nosotros. Desechables. Diseñamos máquinas para que en un par de años se vuelvan obsoletas, lo nuevo, lo cambiante. Los valores ya no son los mismos. Y sí, las personas no son objetos, pero ¿hasta qué punto nos relacionamos con los objetos en un modo muy similar en el que nos relacionamos con las personas? ¿Hasta que punto rodear a un bebé de animalitos de peluche no es recordar un poco la bestialidad primigenia, no es rodear a nuestra cría de otras crías? No voy a hablar de compromiso, ni de capacidad, sólo de predisposición. Tampoco lo estoy condenando, sólo es algo que pienso, que veo en mí. Nací en un mundo cuyos objetos me dificultan alcanzar las metas que el propio mundo propone como ideales.
O tal vez sólo soy una persona enojada.
martes, 20 de julio de 2010
De cuando veo a través del vaso
lunes, 19 de julio de 2010
Odds.
sábado, 10 de julio de 2010
La edad circunstancial
Leyéndome y viéndome con tanta distancia me di cuenta que quien mandó el correo era otra persona, y no sólo por ser más joven, sino porque somos circunstancias, creo que también a eso me refería hace poco cuando comentándole un post a Daniel le decía que la edad no es una cuestión de tiempo. -No me digas que es de actitud -Comentó Carlos. No, es de circunstancia. Me explico:
1.Tengo un amigo que es profesor de idiomas, vive en un pueblo de estudiantes con otra amiga y sus dos perros, no maneja porque le parece innecesario ya que a todos lados que necesita llegar llega en bicicleta. Es totalmente independiente. Y su idea de vestir formal es usar unos jeans que no estén rotos.
2.Tuve un profesor de italiano de la misma edad de mi amigo, vivía a una hora de la universidad y todas las mañanas manejaba en carretera para llegar, decía que al vivir tan lejos no le daba tiempo de ir a ningún lado, vivía con una esposa que esperaba un bebé y que era ama de casa.
¿Verdad que el profesor 2 suena más viejo que el profesor 1? No es cosa de actitud, es de circunstancia, de inserción en el tejido social, de proyectos de vida. Somos circunstancia y cada que cambia nuestra circunstancia dejamos de ser nosotros para volvernos en otra persona, a veces dejamos nuestras pieles como si fuéramos reptiles y de pronto, muchos años después, al encontrarnos con estas pieles no conocemos la forma que una vez nos contuvo. O eso creo.
viernes, 9 de julio de 2010
Dating
lunes, 5 de julio de 2010
Ensayo.
domingo, 4 de julio de 2010
Got Strip?
viernes, 2 de julio de 2010
¡Aaaazúcar!
miércoles, 30 de junio de 2010
De cómo me dijiste que me querías
domingo, 27 de junio de 2010
Y sin embargo, se mueve.
Él: (se aparta, la mira a los ojos) ¿por qué habría de arrepentirme? no estaría aquí si pensara que me fuera a arrepentir... arrepentimientos para después de la muerte
Ella: sí, claro... (más besos)
Él: estás muy peda; te acompaño a tu casa en tu coche
Ella: no, estoy bien...
Él: por favor; no puedes ni caminar derecha
Ella: mañana te vas a arrepentir...
Él: joder... vámonos
Ella: te extraño mucho... a tí, tus besos, tu voz... te extraño
Él: (¿qué le digo?) sí... yo también; anda, vámonos, ya vas muy tarde
Ella: ok... gracias; te extraño.
Él: (tosidos incómodos, aclaración de garganta) ¿y tú nextel?
Ella: en mi bolsa
Él: ¿y tu bolsa?
Ella: no sé...
Él: ya llegamos (más besos) buenas noches
Ella: gracias otra vez... (tropiezos) oye... te extraño
Él: sí, lo sé; adiós; descansa
---
Y qué güey; ¿te arrepientes?
- Claro que no; es completamente válido... además, ¿a quién le dan pan que llore?
Jajaja sí, tienes razón.
- Usualmente así pasa.
No pasa nada, hermano.
- Ya lo sé. Pásame otra cerveza.
Toma. Pinche Aguirre.
- Mmhmm...
sábado, 26 de junio de 2010
Televisión.
RUBIO: ¿Y que auguran para el México- Argentina?
(Silencio)
GORDO: No, no. Estamos fritos, ese Messi es un monstruo.
CALVO: El mejor jugador del mundo. Argentina va a ser campeón mundial.
RUBIO: Pues ahora sí, mis queridos compañeros, que les doy la razón. Creo que a la selección azteca se le acaba el mundial este domingo. Pero, dentro de todo han hecho un buen papel.
CALVO: Y bueno, hay que reconocer que no es malo perder cuando el rival es tan potente.
GORDO: Eso sí, no pasa absolutamente nada si perdemos. O ¿qué va a pasar? Siempre quedamos eliminados en octavos. No pasa nada.
CALVO: Y, si gana la verde… ¿Qué pasa, mi estimado?
GORDO: Pues, tampoco nada. Nada cambia. No pasa nada si ganamos o perdemos, no habrá ningún cambio fundamental.
RUBIO: ¿Y que sí causaría un cambio fundamental? ¿Qué fuéramos campeones del mundo?
CALVO: Ni siquiera. Nos coronamos campeones del mundo y ¿qué pasa? Pues no pasa nada, el mundo sigue girando. La vida sigue.
(Silencio. El rubio se talla los ojos por debajo de los lentes.)
GORDO: ¿Alguna vez se han preguntado si tiene sentido, digo, la copa mundial?
CALVO: ¿cómo?
GORDO: Pues, ni son todos los países del mundo, ni es una selección de lo mejor de cada país y, en el último de los casos que así fuera, ¿cuál es el fin último de saber que once pelados son los mejores desempeñándose en algo totalmente inútil?
RUBIO: No, bueno. Pero si te vas a poner así, ¿cuál es el objetivo de nuestros trabajos hablando de esos pelados? ¿por qué estamos aquí sentados?
GORDO: ¿Por qué?
CALVO (levantándose de su asiento y saliendo de la toma): No. No tiene sentido.
GORDO: ¿Y cuál el sentido de cubrirse el cuerpo con trozos de tela y de preguntarle a la gente por sus intereses y opiniones, y de conocer a una mujer y de formar una familia con ella?
RUBIO: No seas animal: preservar la especie, naturalmente.
GORDO: ¿Y para qué?
(Silencio. El rubio se vuelve a llevar las manos a la cara y se pone a sollozar)
RUBIO (llorando): Es que así puesto, nada tiene sentido. ¡Hijo de la chingada, ya no le veo sentido a nada!
GORDO: Es que no lo tiene mi estimado, no lo tiene. (abraza al rubio que llora como un niño en su hombro)
(Silencio. El gordo se levanta de su asiento y el rubio lo sigue. Salen los dos de la toma).
Después, como una centella, comenzó un infomercial: Male Edge, para los hombres de verdad. Como no poseo un pene que me interese alargar o engrosar me pareció absurdo seguir viendo aquel canal. Salí a caminar, algo me oprimía el pecho.
viernes, 25 de junio de 2010
No me vuelvo a enamorar,
martes, 22 de junio de 2010
Not yet moment.
De verdad que no está chido. ¿Cómo lo soportan los padres? ¿Cómo es posible que se hayan vuelto inmunes ante el efecto del tiempo? ¿Cómo ya no les importa que cada vez se hacen más viejos; más lentos, más torpes; que cada vez se quedan sin ganas más rápido; de luchar, de creer, de soñar... de vivir? Pasa el Día del Padre y lo celebran con un gustazo... "A huevo, somos más viejos, YEAH!" O sea, ¿cómo estuvo?
Me caga darme cuenta que estoy haciéndome viejo. Sí, lo sé; lo sé... Todos me dicen que estoy chavo, que no chingue, que cómo me atrevo a decir tales pendejadas... ¿Chavo? Si me viera chavo no estaría escribiendo ésto. Me siento joven, lleno de vida, con ganas de tragarme el mundo en un bocado... ¿Entonces por qué ni mi mente ni mi cuerpo me responden del mismo modo?
Parecerá increíble, pero de la prepa para acá he notado diversos cambios; no sólo en mí (no me odien por mencionarlo) sino también en mis compañeros y ex-colegas. ¿Dónde quedaron ésos cuerpos que parecían esculpidos en madera? Desaparecieron las greñas gruesas y ásperas, la cara de galán, la habilidad y agilidad deportiva, el don del ligue, el aguante de litros y litros de alcohol... ¿Qué chingados pasó? ¡Pues ni que hubiera pasado tanto tiempo!
Hoy lo decidí. No me gusta para dónde estoy yendo y no lo voy a aceptar. Hoy decidí que haré lo que sea necesario para cambiar el curso del tiempo; al menos retrasarlo y recuperar un poco de la juventud perdida. Probablemente ello me ocasione problemas laborales, ya que en mi oficina me contrataron por formal, maduro, proactivo, etc... En mi oficina contrataron un adulto. Se van a topar con que aún queda juventud en mí; y ya sea que integren al rejuvenecimiento o expresen su opinión... nos tendrá que valer madre, como buenos jóvenes.
Hoy me siento joven y quiero verme como tal, así que empiezo a tomar acciones. Algún día, seguramente, celebraré la vejez al igual que mi padre lo hace ahora... but not yet.
Según recuerdo, el Carlos H. de T. de hace unos años era un puto desmadre... Vida, ¡agárrate que ahí te voy de nuevo! Seamos infinitos, pues.
Infinitos
sábado, 19 de junio de 2010
¿Quién tira la primera piedra?
- Bueno, ¿me hablas mañana temprano?
- Sí güey, así quedamos. Me saludas a Ale.
- De tu parte.
¡Ah, cabrón!, si no, ¿de la de quién?
En la comida:
- ¿Qué tienes Carlos? Come.
- No güey, ni digas, me duele mi panza.
Pues sí, no mames, no te puede doler la mía.
En la comidilla:
- Ya, pinche Daniel, sigue contando.
- ¿En qué me quedé? Ah, sí. Entonces que agarra y que me dice...
Perdón, ¿qué agarró?
En donde sea:
- Qué poca madre, perdí mi cartera.
- No chingues Carlos, ¿dónde?
- ...
Toda persona que intente justificar esta pregunta será apedreada cual leprosa.
En la casa:
- Amooooor, soy yo, ya llegué. Abre.
- ¿Ya llegaste? Qué bueno.
- ...
Dos en uno. ¿Quién más podrías ser sino tú mismo? Además, cuando tocas el timbre y preguntan "¿quién es?", ¿de qué chingados sirve que carraspees tantito y digas: YO? Del otro lado, ¿qué eso de preguntar si ya llegó? ¿No es lo que dijo? Tal para cual.
En el cine:
- ¡No mames!, ¡Daniel!, ¡no mames! ¿viste eso, güey?
- No Ale. Pagué cien pinches pesos para venir a ver el techo.
¿Calaron que me adorné pagando el cine?
Querido lector, si te identificas en una (¿una?), o varias opciones, ni te preocupes. Todo el mundo sabe que a las palabras se las lleva el twitter.
jueves, 17 de junio de 2010
Los amores (no tan) ridículos.
Alguna vez, hace bastante tiempo, estuve enamorada de un modo que ahora -palabras valija, siempre palabras valija- me parece inverosímil. Sé que fue así porque dejé testimonio, porque tengo el impulso de registrar todo en cuadernos viejos, en páginas de internet. Ahora dudo poder enamorarme así, involucrarme. No me interesa, me apego a la regla de oro de Carlos y el "primero yo" ha sido una constante importantísima en mis últimos años de vida. Si por ahí viene alguien que se da cuenta que soy la mera onda, chido, sino, también.
Veo a las parejitas en los centros comerciales, a las personas que ponen fotos con sus parejas en Facebook; como definiéndose como una dupla, un par de siameses pegados por algo que no podemos ver. No puedo dejar de pensar en el título de un libro de Kundera, el cuál tilda a los amores de ridículos (claro, que en realidad, más que de amores habla de cotidianidades, ¿pero qué es la idea de un amor bien forjado sino una repetición cotidiana de hechos -la caminata, el porro, el empiernamiento-?), me quedo pensando, pues, en este título y creo que lo ridículo no son los amores en sí, sino todo el aparato que hemos construido a su alrededor. Animales tontos que somos, siempre construyendo alrededor de nuestra química, de nuestro instinto primario.
Me caga hablar de amor y sin embargo aquí ando. Movida por un morbo, por Hollywood y por los mismos libros también, el mismo Kundera y sus pinches personajes que son puras tripas, puro occidente y puro kitsch. Sin embargo, me las arreglo bastante bien sin esos amores ridículos, tengo otros amores que, por lo menos a mí, me parecen menos risibles, más sobrellevables: el cine, la música, los viajes (incluso los más pequeños a la tiendita de la esquina para comprar jugo de Arándano o una caguama solitaria). Esos son, mis grandes amores. Bien sé que están en el mismo sistema de aquel amor que me suena ridículo, que también son clichés y elementos que utiliza o son utilizados por ese amor ridículo. Pero es que, me suena tan absurdo ponerme antes de la música, del cine, de los viajes... aún soy una adolescente enamorada de ellos.
miércoles, 16 de junio de 2010
Ése punto.
¿Cómo es que llegamos a ése punto? Ése punto en el que simplemente ya no... Ya no quieres; ya no puedes... Y es que en verdad se vuelve una contrariedad; no sólo por el lado personal, sino que empiezas a integrar todas las otras cuestiones: que si su familia, que si mi familia, que los planes, que el tiempo que llevamos, que si no valió la pena, que si aún la/lo quiero pero ya no igual... ¡UF! Es un desmadre esto.
Y por más desmadre que sea... pasa. No está padre, no nos gusta; la mayoría de las veces no lo veíamos venir. DEFINITIVAMENTE NO lo planeamos... y aún así, pasa.
¿Qué hacer en éstas circunstancias? ¿Qué haces cuándo ésa relación ya no te llena? Aún la/lo quieres, y sabes que de separarte la/lo extrañarías cabrón. Y aún así muy dentro de tí sabes que no está bien continuar. No sería justo.
La regla de oro: siempre ve primero por tí. Las circunstancias sociales; causales o casuales, valen madre; ése tipo de cosas se "arreglan" solitas con el tiempo. Uno debe siempre primero ver por uno mismo; ni modo, nos toca ser egoístas de vez en cuando. Una vez que definas qué es lo que está bien para tí, y sólo entonces, puedes empezar a voltear hacia el resto de tus dinámicas (pareja, familia, amigos, sociedades en general, religión (de aplicar), etc.).
Recuerda siempre mantener tu centro. Si pierdes tu centro, si no puedes sostenerte de tí mismo y pierdes el suelo... no podrás controlar lo demás. Siempre empieza por tí.
Ahora, ¿por qué pasa? Si tuviera la respuesta, no estaría aquí sentado, borracho y desvelado a las casi seis de la mañana escribiendo en éste blog. Sería, no sé, el rey del mundo (¿?).
Más debemos aceptar que las cosas siempre pasan por algo. Así que, mientras descubres qué pasó y ¿por qué?, organiza tu vida, porque la vas a necesitar mientras le piensas. El chiste es no mortificarse y tener presente que siempre vendrá algo mejor; si lo que tenías hubiera sido lo mejor, no lo hubieras perdido. Uno sabe cuando tiene lo mejor. Y no lo dejas ir.
Ése era el comentario, espero no haber debrallado "demasiado". Y claro está, hablo de mi experiencia personal... Como dice Trejo: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Haz sandwich.
domingo, 13 de junio de 2010
Sálvese hoy.
- Testigo: "¡Yo era un infelíz desgraciado! Vivía sufriendo, vivía amargado. No duraba en ningún empleo. Mi pobre mujer vivía quejándose. Mis hijos me reclamaban más atención. Era yo lo que se dice un verdadero hazme llorar. Hasta que un día, un amigo me orientó hacia la iglesía del santísimo sendero (por poner un ejemplo); y desde ese día mi vida cambió: dejé de sufrir... dejé de amargarme... dejé dejé atrás todos mis problemas... Dejé de trabajar, dejé a mi mujer, dejé a mis hijos..."
Jajajaja bueno, ya fue suficiente del valiente testimonio. Ahora la segunda parte es cuando viene el líder de la secta (o el padre que "oficia la misa") y se avienta su speech a los "feligreses" dándole vueltas a todo, sin decir nada y convenciendo a toda la pinche audiencia de que su culto es el mero mero chingón:
- "Hermanos, esto que acabamos de escuchar, no solamente es verídico, sino que además es cierto; porque, no nos engañemos, es muy fácil obrar mal y luego arrepentirse; ¡ lo difícil es arrepentirse primero y luego obrar mal!
Muchas veces los hermanos me dicen: “Hermano, yo trato de arrepentirme, pero por más que trato no logro arrepentirme.” Entonces yo le digo “Únete a la iglesia del santísimo sendero... ¡y tarde o temprano te arrepentirás!” (a ver, ¿niégale el silogismo?).
Hermano, tenemos que iniciar una nueva vida, y si quieres lograr una humildad profunda, acércate a la iglesia del santísimo sendero, y lograrás la humildad; una humildad que te llenará de orgullo y de soberbia. ¡Llegarán a ser tan creyentes que no lo podrán creer! (-y al final, punche line por supuesto, para sacarles varo a las pobres almas incautas).
Sálvese mejor con nosotros, la iglesia del santísimo sendero, ¡salvación garantizada!. Si se muere y no se salva, ¡le devolvemos su dinero! (¿sonó mucho a Ventas por TV? jajaja lo siento)."
Yo por eso mejor soy ateo y que llegue la salvación, si es que hay tal, a quien se la merezca; a quien le chingue para ganársela; y no a quien da varo porque alguien más le resuelva los problemas. ¿Tú qué opinas?
Buenas noches.
Conversación ajena (verídica)
viernes, 11 de junio de 2010
Los cabezarendonda
Pues que ya empezó el Mundial y que nomás es cada cuatro años y que no hay que ir a trabajar y que podemos echar un tequilita aunque sean las nueve de la mañana. Me gustan los mundiales, me gusta emocionarme hasta el delirio y ponerme nerviosa y fumar sistemáticamente hasta que caiga un gol de la selección. Me gusta ver a los demás equipos del grupo y tranquilizarme de que hagan un juego mediocre y queden empatados a ceros. Gran fenómeno, ese del Mundial. ¿Pero, hasta qué punto lo sobredimensionamos? ¿Hasta que punto se sobredimensiona a sí mismo? Ahí está nuestro presidente con su bufandita muy sonriente, encantado de la vida, y acá que maten niños en la frontera, total que es el Mundial. Él sabe que es un fenómeno sobredimensionado y que estar ahí y aparecer flanqueado por Jacob Zuma y montón de futbolistas macizos le va a dar más popularidad que ir a ponerle la cara a los gabachos que se cargaron al chavo en Paso del Norte.
No. No se confundan. No es este el discurso manido de las teorías de la conspiración y de la cortina de humo. Esto va de los cabezaredonda. A ver, me explico:
Desde toda la vida he sido un magneto para un tipo de hombres: los cabezaredonda. Estos chicos son aquellos que viven cuatro años esperando el mundial y que deciden dejar de fumar para llegar vivos a todos los mundiales posibles. Se saben todas las estadísticas y -y aquí radica la cabeziredondés- realmente hacen suyo el fútbol. Gente que siente una pasión que no comprendo del todo: ahí está el pobre que le dio chorrillo del puritito coraje del penal que se falló o aquel que está llorando a moco tendido porque nos ganó Estados Unidos, otro que, a mitad de un viaje por la sierra, maneja dos horas para ver jugar a dos selecciones ajenas, también ese que estuvo todo el día enojado porque lesionaron a su jugador favorito. No lo critico, es sólo que no lo comprendo -sí, sí, seguro porque soy vieja.. blah blah. No.- Impulso mimético, señores. Ritualidad. Sentir, comprar, que en efecto, esos once pelados que nada tienen que ver con nosotros: los culos gordos sobre las sillas de Cerveza Sol, nos están representando y nos representan más allá que cualquier movimiento político, que cualquier fenómeno social. Es ser ellos por noventa minutos. Los cabezaredondas por lo general prolongan esos noventa minutos a su vida entera. No lo entiendo, ellos ahí, llevando sus vidas de abogados, de activistas, de doctores cuando en realidad llevan esa vida oculta de futbolista seleccionado. Ahí están, entrando a cada rato a Goal.com para ver, si, por algún extraño retruécano del destino hay un artículo donde se hable de los buenos futbolistas que ellos son. Está bien apasionarse, pero, habrá que preguntarnos ¿hasta que punto sobredimensionamos? ¿hasta que punto nuestra estabilidad como individuos debe depender de algo tan ajeno?
Raras personas esos cabezaredondas.
jueves, 10 de junio de 2010
¿El futbol da hambre?
37) ¿Qué cree usted que el Bofo haga en éste Mundial 2010?
a) Nada.
b) Todos los goles de la Selección.
c) Los sandwiches.
¿Acaso Bimbo intenta lograr un condicionamiento psicológico para que pensemos en sandwiches cada que haya futbol?
No sé ustedes, pero yo jamás voy a dejar de pensar en CHELAS cuando me hablen de futbol. A mí, el futbol me da sed.
Sorry.
miércoles, 9 de junio de 2010
Las vueltas que da la vida
Creo que un indicio de que te estas volviendo un rucazo es cuando al salir ya no de la escuela, sino del trabajo y llegar al kaffe con tus cuates ya no desfajas la camisa ni te quitas la corbata... es mas, pasaste a tu casa a recoger algo y ni pensaste en cambiarte el outfit de oficina por unos pants y una playera, para estar "comodo" el resto de la tarde. Por dios, soy mi padre!
Recuerdo que cuando estabamos en prepa, lo PRIMERITO que haciamos al salir era desfajarnos, despeinarnos; los dias que ibas de corbata bueno, terminaba en la cajuela del carro mas cercano, aunque no fuera tuyo... es mas, hasta llevabas los tenis en el carro para cambiarte en cuanto pudieras.
Lo que dice el primer parrafo no solo me sucedio hoy... llevo meses haciendolo! y subconsientemente! Es solo que no lo habia notado porque apenas hoy me lo hicieron ver (por cierto, gracias Fuko... huevos). Simplemente ya me hice a la idea de que soy todo un "don" y que mi outfit de diario ya es camisita, corbatita, saquito etc... Y ni pedo, asi te la sigues hasta que te vas a dormir!
Si, definitivamente creo que eso es un claro indicio de que estoy dando el rucazo. Bueno, al menos no desentono; con la pinche vidita que llevo mi imagen personal es tambien ya la de un senor de 30 anos, facil. Creo que ver a un don de 30 en pants y tenis ya se ve medio raro... Ni pedo, ya es mi look. Al menos mi rango de ligue ya aumento unos cinco anos de edad jajaja.
Salud por los que manejamos el look de ruco! Buenas noches.
PD: En la barra lateral derecha de este blog encontraran un bloque que lee Fans. Ahi les encargo, no? Haganse fieles fans y seguidores de este blog, les prometo que se va a poner muy, muy cagado. Solo necesitan darse de alta con su cuenta de Google. Y si no tienen una... Registrense! Es de a grapa! ;)
La pertenencia
Desde ayer pensaba en el tema de mi primera entrada. Que si me presento con datos inútiles sobre mí, que si les platico de la película buena buena que fui a ver el otro día, o si mejor blah blah blah. No sabía y ahora se me ocurre que, al entrar a este blog y pertenecer a la nómina de sus blogueros, sería buena idea hablar un poco de la pertenencia.
El otro día platicaba con un compa, me contaba que cuando era niño iba a un programa de radio dónde, junto a otros niños, hablaba sobre su vida como católico. Mi compa ahora sólo cree en derechos sociales. Pero pensé en él siendo definido por sus padres, por sus amiguitos del radio y por sus clases de catecismo como un niño católico. Comentamos que, aunque no lo intentaran los padres siempre tratan de definirnos de algún modo y de insertarnos en algún grupo. De ahí, queda en nosotros desarrollar un sentido de pertenencia.
Yo nunca he pertenecido. Así, a secas. Y no es queja, ni pataleta, ni mírenme pobrecita, soy una outcast. Nunca he sentido esa sensación de pertenencia que veo en mis conocidos: ni siento ese amor a la patria que hace saltar de rabia a algunos cuando Paulina Rubio se envuelve encuerada en la bandera, ni esa pertenencia a una generación como afirma la estación de radio cuando pone música de los tardíos 90's, ni el orgullo a las instituciones por las que pasé: en una semana es mi graduación de la universidad: no voy a ir. Claro, tengo mis amigos y los quiero y me entiendo de maravilla con ellos, pero no. No pertenencia: no somos colectividad, somos individuos. Tal vez, mi único o más fuerte sentido de pertenencia sea hacia mi familia.
El otro día, me preguntaba: la gente en realidad se siente perteneciente a su género. No me malinterpreten, pero a ver, ¿todo el tiempo se están concibiendo como soy Fulano, soy hombre y por eso hago esto? Por que yo no, y mis amigos pelaban grandes los ojos cuando se los dije: no siento ningún cariño ni pertenencia a mi género: no me siento aludida cuando, ya avanzadas las bodas, los animadores dicen "y ahora que canten nada más las mujeres". Sólo me sentiría aludida si dijeran "que cante nomás Ale".
Hasta cierto punto me gusta, no sentir que pertenezco a muchas cosas. A fin de cuentas, no somos instituciones, ni géneros, ni religiones, ni modelos de comportamiento. Las personas sólo somos personas.
Pues eso.
martes, 8 de junio de 2010
El Famosísimo Príncipe Azul
Ya había leído antes acerca del caso Príncipe Azul (que aunque no lo crean, fuera de ser parte de los cuentos de hadas, es un término utilizado en psicología) y debo decir que jamás lo comprendí del todo... En el párrafo anterior, por "estudiando directamente desde la fuente" me refería por supuesto a que he conocido a muchas mujeres en los últimos seis años... y lo hice poniendo ESPECIAL atención en sus acciones, su manera de desenvolverse con los hombres, las mujeres, en el trabajo, la escuela, su lenguaje corporal (importantísimo) y en general en cómo responden a diferentes tipos de comunicación. Todo esto lo hice con mucho cuidado al principio, pero poco a poco fui haciéndolo de manera subconsciente, hasta que que se convirtió en parte escencial de mí y ya lo hago SIEMPRE, sin darme cuenta incluso, y obteniendo muchísimos datos de una mujer con tan sólo una pequeña charla de cinco minutos.
Bueno, de introducción ya fue suficiente; quisiera, sabiendo que la probabilidad de ganarme muchas enemigas después de hacerlo por soltar una verdad de la vida tan tremenda, compartir mis hallazgos que hace apenas una hora se concretaron gracias a una epifanía que tuve, como comenté al principio. Así pues, comencemos.
Desde que a las mujeres les viene la regla y se convierten en unas pubertas llenas de granos (igual que a los hombres, claro) hay una palabra que culturalmente les comienza a sonar fabulosa: Novio (¡no igual que a los hombres!).
Piensan en el noviazgo como algo idílico: "Lo conocerás, él te querrá y ¡voilá! te casarás y ya está. Fin del cuento. Todos comiendo perdices; así de sencillo.
A medida que van haciéndose mayores (unas mucho antes que otras) se dan cuenta que nada es tan sencillo: Ni bajar ésos 5 kilos que subieron en vacaciones, ni evitar las patas de gallo o las ojeras, ni encontrar un hombre "que por una maldita vez valga la pena". Todo ésto sin contar que la presión social es directamente proporcional al paso de los años (familia, amigos, etc.).
Ying-Yang señoritas.... con un poco más de tiempo, también "aprenden" a ser mas exquisitas o más selectivas: Ya no les viene bien el primero que les haga ojitos, que les susurre "te quiero" al oído o que sea el maldito maestro del amor en la cama.
Llega un punto donde... ¿Cómo decirlo? Donde ya han pasado por lo mejor y lo peor del amor, de la citas y de los hombres (muchos hombres). Conocen a tantos hombres que les han gustado mucho, poco o nada. De todos sacan puntos fuertes y débiles, y en medio de la desesperación (porque sí llega a ser desesperante) bien podrían hacer una "colcha" con pedacitos de "tela" cada uno para conseguir por fin al hombre perfecto.
Cada una tiene gustos diferentes por supuesto, pero la mayoría coinciden en la idea de que de la nada, un día conocerán a ésa "media naranja" que les pondrá un anillito en el dedo y las catapultará de su -erróneamente analizada- "mundanal existencia" a un mundo color de rosa lleno de nubes en formas de corazón y margaritas que nunca pierden su aroma... ¿Verdad? ¿Quién de ustedes no sueña o soñó alguna vez con encontrar al Príncipe Azul?.
Mujeres de mi vida y de mi corazón: les pido de la manera más atenta que ¡no se engañen más! Mr. Right NO EXISTE. Me encantaría pensar que hay alguien entre toda nuestra maldita raza de machos que fuera al menos ligeramente rescatable, pero la que dice que tiene un Mr. Right entre manos (o entre las piernas) -cosa que siendo hombre he escuchado infinidad de veces- no tardará mucho en aburrirse de tanta "perfección", con lo cual se vuelve imperfecto (ironías de la vida).
El Príncipe Azul no es más que una idealización de todos los caracteres que las mujeres desearían que su compañero tuviese, pero (y el proceso de realización es muy lento, desgraciadamente) que muy probablemente no tendrá, y en el medio de la "desesperación" (por que se les "pasa el arroz", por cólera con un exnovio, o por miedo a la soledad) terminan, como siempre, con el primer pepinazo que se le parezca (así sea sólo un poquito).
En el mundo real se reflejan de forma vaga aquellas cosas perfectas que sólo existen en el Mundo de las Ideas (Platón).
Y bien, tomando lo anterior como antecedentes, ello me sirvió para entender la forma en que las mujeres deciden empezar a manejar su vida "amorosa", "romántica", o como quieran llamarle (que curiosamente, entre más lo planean, menos "amorosa y romántica" es, sino frío y calculador, con lo cual se pierde la idea que se tenía en un principio, que era encontrar al Príncipe Azul), y trato de ponerlo de la forma más clara posible a continuación.
Como de cada hombre con el que salen sacan algo bueno (digo, quiero pensar que algo bueno le vieron por lo menos para haber aceptado salir con él), lo que bien empiezan a hacer hasta encontrar uno que realmente se parezca a su idealizado Mr. Right es que hacen un revoltijo de hombres de carne y hueso (por más nasty que eso haya sonado).
Damas y caballeros, les presento la teoría de los equipos (y disculpen las alusiones deportivas, soy sólo un hombre -además que pretendo que los demás hombres entiendan lo que trato de explicar-):
Se basa en dos principios básicos:
- No desesperarse (1): Para no acabar con el primer mal ejemplar de macho que se les ponga enfrente es CRUCIAL para las damas tener a otros varios en espera. El simple hecho de tener varios Ases bajo la manga, les asegura que si uno se va, se pierde o simplemente la deja por otra, le van a quedar cartas por jugar. Así le restan importancia al que se fué (mucho ojo aquí).
- No desesperarse (2): Señoritas; El Alma Gemela no tiene por qué ser un hombre; ¡pueden ser 2!, o puede ser cualquier cosa. Tal vez sus 3 mejores amigas son sus almas gemelas; ¿y a póco no les funciona re bien? Lo he visto muchas veces; se agarran de cualquier otra cosa con tal de no caer en la desesperación amorosa. Puedo aseverar que al pensar que ésas tres mejores amigas en verdad son sus "almas gemelas", le quita importancia a que el hombre que se acaba de ir lo haya sido, y eso hace las cosas definitivamente más fáciles... ¿O me equivoco?
Ahora sí, teoría de los equipos. Se juega de forma similar al de la Búsqueda del Príncipe Azul, pero en vez de que busquen TODO en UNO, ellas buscan el UNO en VARIOS:
Juntan los que mejores cualidades tengan y a cada uno lo usan para el uso y disfrute de esas cualidades (y ésta es la mayor revelación de todas). Les pondré un ejemplo sencillo:
- El que mejor besa, pues sólo lo usan para besarse y pasarla bien un rato.
- El que más caballero sea, lo usan para salir y que las lleve al cine, a cenar...
- El mejor en la cama... ¿hace falta que diga más? Y sí, también lo usan.
- El más gracioso, lo usan para salir de parranda.
- El mas guapo, lo usan para andar de ligue en las fiestas.
Así pues, ellas van formando un equipo donde cada uno ocupa una posición exacta y donde dándoles cierto margen de juego gracias al uso tácticas y estrategias logran pasar ratos muy amenos y nunca sentirse desvalidas, desesperadas o no queridas. O al menos ésa es la ilusión que ésto provoca.
Según la cantidad de jugadores con los que cuenten, será un equipo de Futbol Soccer; 11, Futbol Sala; 5, o incluso un "mediocre" partidito de Squash. Y evidentemente, siempre tendrán un preferido (un "jugador titular"), secundado por un grupo de pares ("jugadores suplentes") que les darán las partes que al primero le faltan para ser el Mr. Right que tanto anhelan. ¿Les suena conocido?Alguna vez escucharon la frase "La Catedral y sus Capillas"? Hasta da miedo, ¿no? Pues es cierto.
Claro está, puede que los jugadores cambien de posición con el tiempo (que el titular pase a suplente, o al revés), o que de la nada, cambien de un equipo de Rugby (quince jugadores) a Tenis (dos), con uno que ya tenían en plantilla, o incluso con un desconocido que de repente los desbanca a todos.
Factores como el tener o no sexo con todos o con ninguno, quedar o no, llamar o no, van a gusto de la Dirección Técnica (o sea, ellas mismas). El juego consiste en que simplemente estén. Y bueno, con ésto ellas llenan el gran vacío en su corazón (que una vez más, irónicamente, fue provocado en primer lugar, por seres como los integrantes de ése equipo de Rugby antes mencionado; es como si yo por odiar las armas de fuego, comprara una de cada una y me armara hasta los dientes... tiene casi el mismo sentido).
Mujeres, no estoy aquí para reclamarles nada. Quiero que eso quede bien claro. Mi epifanía (y éste escrito en sí) tiene tan sólo la finalidad de mostrar lo que yo he aprendido a través de los años. No quiere decir que todas las mujeres se manejen así; sólo que he notado éste tipo de comportamiento en muchas mujeres, y como por lo general se pasan los "tips" con tan sólo miradas, quiero pensar, no, estoy seguro que la mayoría de ustedes está bien al tanto de lo que menciono; aunque no lo apliquen, lo conocen. Saben que pasa.
Simplemente quisiera hacerles notar que no estaría mal tener en cuenta unas ciertas reglas a seguir; después de todo, todos somos seres humanos y tenemos derecho a una igualdad de circunstancias. Por mencionar algunas:
Sean sinceras con ellos: Porque la sinceridad es una virtud y nadie mejor que una mujer para recordarnos eso, hay que aclarar que “Lo que se ve, es lo que hay”. Esto no va de joder a los pobres caballeros, sino de dar y recibir sólo lo que ustedes quieren y no dar pie a malos entendidos. Ellos tienen que saber a qué se atienen con ustedes (y viceversa, claro).
¡La regla de oro de las mamás!: “Los hombres, muchos, pero de a uno”. Si van a quedar con dos en el mismo sitio y a la misma hora para hacerse la linda o la importante, van muertas. Y ni les quiero contar la famita que se les hace.
”Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”: Sin mentir, si están saliendo con más de una persona a la vez, sería bueno comentarlo. Es una edad moderna y civilizada, y si los hombres pueden hacerlo, entonces ustedes también, por supuesto. Pero no olviden dejarlo todo en claro desde la primer salida.
Siguiendo ésta teoría, a las mujeres les ayuda a ver con claridad, a ser objetivas, a sentirse queridas (o porque no, endiosadas) y en un futuro, a no confundir el miedo a la soledad con el amor, que es por lo general el peor de sus males. ¿Correcto? Yo diría que muy acertado.
Pero calma caballeros, sé que hasta el momento lo estoy pintando que las mujeres como las conocían ya valieron madre y que jamás volverán a tener oportunidad con ninguna otra vez. Un buen día ellas se dan cuenta que su "titular" pasó a ser mucho más que éso, o que aquél tipo alternativo que conocieron en el antro vale mucho más que toda su plantilla de Rugby junta.
Lo que sí no discuto para nada de seguir ésta teoría es que las mujeres tienen una excelente oportundiad para poder comparar, que van a saber que si al final eligieron a uno en particular no habrá sido ni por falta de cariño ni por falta de opciones. Aparte, ¿a qué mujer no le gusta sentirse solicitada?
Entiendan, señores, que en ésta época las mujeres han encontrado una manera de proceder en la vida y entre los hombres de una forma precavida y con un menor riesgo de que se les rompa el corazón. Ésto es tan sólo una fase; como dije, bien puede llegar el día en el que se den cuenta que el "titular" se convirtió en algo más. Mi consejo es, tranquilos, no sean intensos con las pobres damas porque entonces sí que no serán considerados ni para "suplentes"; si realmente les interesa una mujer, sean pacientes, estén ahí cuando ustedes crean correcto y denles su espacio cuando así lo crean también; no sea preocupen, ellas mismas les darán las pautas para que sepan "cuando sí y cuando no". Y sí, en lo que aprenden a identificar éstas señales tal vez perderán mucho tiempo, dinero, esfuerzo e incluso saldrán lastimados de vez en cuando, pues cuando ustedes pensaban que aquella mujer les abría su corazón y ustedes hacían lo propio, realmente ellas tan sólo pretendían mantenerlos interesados. No se preocupen; nosotros no esperamos a una "Bella Durmiente", "Cenicienta" o "Blanca Nieves", pero sí sabemos lo que queremos. Sean pacientes con las mujeres de hoy en día, tienen una larga historia de desamores para la cuál jamás han estado preparadas (si nos fijamos hacia atrás en la historia, antes las mujeres tan sólo tenían un hombre durante toda su vida... las más locas dos o tres... iImagínense si ése uno les hacía pasar tales malos ratos... ¿Qué pueden esperar las mujeres de hoy si cambian de novio cada seis meses?); así que... sean ustedes mismos, sean honestos y cuiden mucho su corazón, porque ya no los hacen como antes.
Y a las mujeres a las que interesé lo suficiente como para mantenerlas leyendo a lo largo de tantas letras... ¿Qué opinan de mi epifanía? La verdad soy muy terco y aunque me digan que estoy completamente errado no me harán cambiar de opinión jajaja; pero aún así me interesa saber qué es lo que piensa una mujer de todo ésto. Claro, a menos que vayan a ser sinceras, mejor ni se molesten, y hagan como que nos dejaron a todos con la duda.
Espero no haberlos aburrido demasiado, pero tenía que plasmar esto fuera de mi cabeza, de lo contrario no iba a poder dormir.
Buenos días.
El Sol persigue por años a la Luna... Y justo cuando piensa que jamás estarán juntos... Eventualmente llegan a besarse. -RVB